F. L. JIMÉNEZ

Cinco mil trabajadores del metal de toda Asturias, según la estimación de la directora de la Fundación Metal, Pilar Suárez Fernández, deberán obtener antes del 1 de enero de 2012 un carné profesional para poder trabajar en obras del sector de la construcción. La citada tarjeta, con vigencia de cinco años, será la única prueba válida para acreditar que los obreros del metal han recibido la formación adecuada a sus puestos y categorías en materia de prevención laboral y seguridad laboral. La iniciativa, que en el Principado cuenta con el apoyo del Instituto Asturiano de Prevención Laboral, persigue el objetivo de reducir los accidentes y la siniestralidad en el trabajo.

La nueva tarjeta profesional de la construcción para trabajadores del metal (TPC) es un carné electrónico donde constarán los datos personales del titular, su fotografía, el currículum académico y las historias laboral y clínica. Para obtener este «pase», que será imprescindible para trabajar en obras de construcción a partir de enero de 2012, los interesados deben realizar un curso formativo cuya duración estimada es de unas 20 horas cuando se trate de un especialista. Los cursos los impartirán centros homologados por la Fundación Metal. La propia fundación, así como los sindicatos UGT y CC OO, han articulado una red de 16 puntos por toda Asturias donde es posible obtener información sobre el carné y recoger las solicitudes para el mismo.

Algunos de los colectivos afectados por la nueva norma son los fontaneros, electricistas, soldadores, ferrallistas, ascensoristas y, en general, todos los que trabajan en el ramo del metal dentro de las obras.