F. L. JIMÉNEZ

Una sola atmósfera, dos versiones sobre su grado de contaminación. La calidad del aire de Avilés enfrenta a los ecologistas, a los vecinos de varios barrios de Avilés y al PP con el Gobierno del Principado, que ayer rebatió a quienes cuestionaron las afirmaciones realizadas el martes por la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, sobre la progresiva mejoría del problema de la polución en la ciudad. «Todos los contaminantes del aire medidos, con la excepción de las partículas en suspensión, no solamente no superan los umbrales de protección para la salud, sino que además muestran una tendencia general de progresiva reducción», aseguró ayer una portavoz de la Consejería de Medio Ambiente.

El Principado, en un comunicado que hizo público ayer, se limita a afirmar que los datos son positivos, pero no aporta prueba estadística alguna, excepto en el caso de las partículas en suspensión (polvo y hollines) con tamaño inferior a diez micras. En relación a ese contaminante, Medio Ambiente admite que todavía es el principal problema de la atmósfera avilesina, si bien «en los últimos cinco años se redujo un 25 por ciento el número medio de superaciones de los umbrales de protección de la salud y un 11 por ciento la media anual de concentración de dicha sustancia».

Además, el departamento de Belén Fernández subraya que, como parte del trabajo continuo en pro de la mejora de la calidad del aire avilesino, se han alcanzado en los útlimos meses acuerdos con la Autoridad Portuaria de Avilés y con empresas como Azsa y Asturiana de Fertilizantes para establecer planes que redunden en una progresiva reducción de las emisiones.