Fortia, la empresa constituida por grandes compañías españolas con abultadas facturas eléctricas para comprar energía a mejor precio -como Arcelor-Mittal y Azsa-, advirtió ayer de que el precio de la luz en España se ha convertido en un handicap para la industria, «cuya competitividad se ve lastrada a la hora de vender fuera». En este sentido afirmó que «la producción es sustituible en cualquier parte del mundo y la visión de las multinacionales es global». Pero al problema del coste de la luz se le suma otro, el de las emisiones de CO2, que según otros expertos consultados, hacen que producir en España sea «mucho más caro» que en otros países en los que ya están asentados las grandes compañías internacionales.

El anuncio de Alcoa de reducir a la mitad su producción hizo saltar la alarma en el Principado por el temor a una nueva amenaza de deslocalizaciones. Y es que las grandes multinacionales asentadas en la región ya habían advertido en 2010 que o se les daba una solución al elevado coste de la factura eléctrica tras anularse la G-4, o irían pensando en trasladar su producción a otros países con menores costes. En el caso de la fábricante de aluminio instalada en Avilés, el principal problema a la hora de decidir un recorte fue la caída de las ventas y el incremento del precio de las materias primas. Pero también advertía de que el coste energético está lastrando su competitividad en el mundo.

Manuel Melgar, consejero asesor y responsable de relaciones institucionales de Fortia, explicó ayer que «el coste de la energía eléctrica es un problema muy serio para la industria española. El petróleo o el gas lo pueden comprar en otro sitio, pero la luz la tienen que adquirir en España y en las condiciones que se establezcan aquí. Las empresas no dicen que España sea el país más caro, pero sí uno de los más caros, y eso supone que a la hora de vender su producción el coste de la energía las distingue en el precio final, y les resta competitividad».

La patronal asturiana del metal, Femetal, está preparando la conformación de un «pool» de empresas del sector cuya misión sería gestionar la contratación de energía a precios más asequibles. A esto hay que añadir el proyecto de iniciar estudios de eficiencia energética para reducir costes en las empresas. Como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, esta fórmula se integra en un plan estratégico que incluye también, y entre otros proyectos, la creación de un consorcio de compañías complementarias para competir en el mercado internacional. Femetal ha solicitado la ayuda del Principado y ha pedido una atención especial a la industria en los próximos presupuestos regionales.