Saúl FERNÁNDEZ

La multinacional Glencore International quiere hacerse con el control de otra transnacional: Xstrata Plc. Las dos compañías están domiciliadas en Suiza; la primera se dedica a la especulación con materias primas («commodities») y la segunda es una de las empresas más importantes del sector de la minería. Xstrata es propietaria -casi en su totalidad- de Asturiana de Zinc (Azsa) y, por el momento, Glencore posee el 34 por ciento del accionariado del conglomerado minero que dirige Mick Davis (el ejecutivo mejor pagado de la City londinense: 22.179.502,59 euros el pasado año). De llevarse finalmente a término, la adquisición de Xstrata por Glencore podría suponer la mayor fusión empresarial de los últimos tiempos puesto que Glencore pasaría a controlar más de un 55 por ciento de la firma minera. Esta operación está valorada en más de 61.000 millones de euros. El banco suizo UBS calcula que la nueva superempresa podría facturar 167.000 millones con los que podría conseguir más de 7.000 millones de beneficios.

Juntas, Glencore y Xstrata serían los dueños del 60 por ciento del mercado del cinc en el planeta. Este terremoto empresarial tendría consecuencias inmediatas para la comarca de Avilés. En medios sindicales se especula sobre la vuelta al consejo de administración de Asturiana de Zinc de Daniel Francisco Maté Badenes y sobre el retiro de Santiago Zaldumbide. El primero es el responsable de las divisiones de cinc, plomo y cobre de Glencore International y el segundo, con 70 años, preside la compañía metalúrgica y la división de cinc de la multinacional Xstrata. Maté Badenes perteneció al consejo de Azsa en los últimos años noventa y, actualmente, con 48 años, es la cuarta fortuna de España.

La posible fusión de Glencore y Xstrata -esta admitió este jueves conversaciones entre las dos corporaciones- se produce en 2012: un año clave en el comercio del cinc. Santiago Zaldumbide vaticinó hace un par de años, en una reunión que celebró en Avilés, que, a partir de este año, el consumo del cinc crecería de forma notable, mientras que el mineral cinc (esfalerita) empezaría a escasear. Entonces concluyó: quien posea las minas gobernará el mercado internacional. Y la mayoría de las minas, en este momento, está en manos del grupo Xstrata. El presidente de Asturiana de Zinc declaró a LA NUEVA ESPAÑA (21 de febrero de 2010): «Xstrata está metida de forma muy diversificada -carbón, cobre, níquel, cromo, cinc...- en el sector de las materias primas y se beneficia del impacto positivo que se da en algunas partes de la economía como consecuencia de los países emergentes y, muy especialmente, China».

¿Y qué es Glencore? Pues un conglomerado de empresas que surgió, con ese nombre, en los primeros noventa. Hereda la estructura de Marc Rich + CO, una compañía que fundó el propio Rich en 1974 tras su salida de Philipp Brothers. Glencore se dedica al mercadeo de materias primas de todo tipo (minerales, cereales...) La amplitud de miras de Marc Rich -sus críticos hablan de «falta de escrúpulos»- llevó a la empresa a uno de los primeros puestos en el mercado corporativo mundial. El pasado mes de mayo Glencore salió a Bolsa y descubrió a ejecutivos de primera envergadura: la principal sorpresa fue Daniel Maté.

La razón de ser de Glencore es la intermediación de materias primas, o sea, la especulación. En 1997 adquirió el 24 por ciento de la compañía Asturiana de Zinc. Azsa se dedica a la manufactura de blenda. Sin embargo, Glencore dejó muy pronto la producción directa en manos de otro conglomerado suizo: Xstrata. La cohabitación entre Glencore y Xstrata ha sido constante a lo largo de su historia en común: Willy Strohotte hasta hace unas pocas semanas fue el presidente de Xstrata y en los noventa fue el responsable de la caída de Marc Rich, su jefe entonces. Strohotte lideró entonces, según explica Daniel Ammann en «El rey del petróleo», un «golpe de Estado» contra el polémico empresario de origen belga. Strohotte abandonó el consejo de administración de Asturiana de Zinc el pasado 14 de diciembre.

La única dificultad que los analistas encuentran para que la fusión entre los dos gigantes sea una realidad está, entre otros accionistas, en el papel que desempeñará el fondo de inversiones norteamericano Black Rock, que posee el 5,98 por ciento de Xstrata.