Ya se dijo en estas páginas: «¡Y lo que te rondaré, morena!» Y las noticias del día permiten comprobar que, en efecto, los recortes que se ven obligados a aplicar los ayuntamientos de la comarca porque no les llega la corbata (económica) al cuello no tienen pinta de parar. Hoy la cosa va de triplete: la Banda de Música de Avilés se cae del programa del El Bollo porque el Ayuntamiento no tiene dinero bastante para contratarla, el gobierno de Castrillón sopesa llegar a duplicar algunos precios públicos porque los servicios vinculados son deficitarios y el de Gozón -el segundo más endeudado del Principado con un «agujero» de 7 millones de euros- entra en detalles de cómo espera arreglar el desaguisado, entre otras medidas revirtiendo a la municipalidad el mantenimiento de jardines en su día privatizado. Dos lecturas a bote pronto: que por las cosas hay que pagar lo que valen -a buenas horas se enteran los ayuntamientos- y que el mejor servicio no es el que se presta desde el ámbito de lo público o lo privado sino el que aprueba el examen de la eficiencia.