Carolina G. MENÉNDEZ

«Me llamo Sandra y soy un pulpo», señalaba ayer emocionada, junto a sus compañeros igualmente disfrazados de cefalópodos, uno de los alumnos de educación infantil del Colegio Enrique Alonso durante su participación en los talleres de globoflexia, maquillaje y disfraces que el centro programó como antesala al Antroxu que comienza hoy.

Un total de sesenta pequeños ataviados con bolsas de basura de alegres colores simulando octópodos y con la cara pintada de elementos representativos del mar, cantaban, jugaban y se movían sin cesar mientras de los altavoces salía la canción "Había una vez un barquito chiquitito"entre otras canciones infantiles. Mientras Mateo y Lucía miraban con asombro los sencillos disfraces que les colocaban las alumnas del ciclo formativo de grado superior de Educación infantil del instituto Carreño Miranda, coordinadoras de la actividad, Alex lucía con orgullo el pulpo de color azul intenso que cubría su rostro y Candela movía al viento con gracia un globo rosa del que apenas quedaba rastro del pez que había sido plasmado minutos antes.

Tras la preparación de los disfraces y maquillajes, llegó el turno de las canciones, los bailes y los juegos hasta que pasadas las cinco y media de la tarde, los padres, agolpados a las puertas del colegio, esperaban a sus hijos dispuestos a elogiar sus vestimentas y escuchar cada detalle de la participación infantil en los talleres

Para el viernes, y como colofón a una semana repleta de actividades relacionadas con el Antroxu, el Enrique Alonso tiene programado un festival que incluirá canciones, teatro, música de flauta y coreografías. Tras la gala, la comunidad educativa celebrará una comida de convivencia y, por la tarde, participará, junto a otros colegios, en el desfile de escolinos que recorrerá la calles más céntricas de la ciudad.