Luanco,

Illán GARCÍA

La Virgen del Carmen salió ayer de travesía por la bahía de Luanco, en el día de su festividad. Y la acompañaron centenares de fieles y amantes de la mar que no quisieron perderse esta tradicional procesión marinera. «La mar está como un plato», comentaban los tripulantes del «Marqués II», una de las decenas de embarcaciones que acompañó a la patrona de los marineros durante el paso. La Virgen viajó, como suele ser habitual en los últimos años, en el «Richar Tres» y tras él barcos de toda clase conformaron una procesión heterogénea.

La misa de campaña, que precedió al principal acto de la jornada, comenzó puntual, al mediodía. Mientras decenas de feligreses asistían al acto religioso, otros se apostaban en las inmediaciones del muelle para no perder detalle del paso marinero. Terminada la misa, cuatro costaleros de la asociación «Luanco recuperación de tradiciones», acompañados por las autoridades civiles y eclesiales, acudieron al puerto donde les esperaba el «Richar Tres» para comenzar la travesía. En ese momento, el sonido de decenas de sirenas de las embarcaciones llenó la bahía de Luanco. El «Richar Tres», ya con la Virgen del Carmen en su interior, partió del muelle en dirección al Gayo, para posteriormente encarar hacia la isla del Carmen.

Precisamente frente a este islote, ubicado en plena bahía luanquina, se produjo el momento más emotivo de la jornada. Las embarcaciones rodearon el «Richar Tres». Fue entonces cuando los tripulantes del barco arrojaron dos ramos de flores al agua para recordar a los marineros fallecidos y posteriormente entonar la «Salve marinera». A continuación, las decenas de embarcaciones volvieron al muelle para dar por finalizada la procesión. El «Richar Tres» atracó en el puerto y los tripulantes abandonaron el barco y, con ellos, la imagen de la Virgen, que fue conducida a la iglesia parroquial por los mismos cuatro costaleros que la introdujeron en el barco poco antes de la una de la tarde.

La procesión marinera se consagra cada año como la principal actividad de las fiestas del Carmen de Luanco. Centenares de personas llenaban ayer las calles de la villa marinera bajo un sol de justicia, que animó a los vecinos y visitantes a darse un chapuzón en la playa, también abarrotada. Cuando el calor más apretaba, hacia las dos de la tarde, los primeros sones de la charanga «Pepe El Chelo», de Candás, comenzaban a sonar por la céntrica calle de La Riba.

Los actos se retomaron a las seis de la tarde con un nuevo pasacalles de la misma charanga. Mientras tanto, a la misma hora, la explanada del muelle acogió la primera exhibición canina «Villa de Luanco».

Las fiestas del Carmen comenzaron el pasado viernes con un pasacalles a cargo de los miembros de «Luanco recuperación de tradiciones», que con su vestimenta, marcan el acento más marinero de las fiestas veraniegas de la villa. Tras varias verbenas en el parque Zapardel y en el muelle, diversas actividades acuáticas en la zona del puerto viejo y en La Ramblona y un mercadillo marinero, las celebraciones tocaron ayer a su fin. Los encargados de echar el cierre al Carmen de este año fueron los músicos de la orquesta «Europea Big Band», que tenía previsto comenzar su actuación a las once de la noche en el parque Zapardel.