El director general de Pesca del Principado, Alberto Vizcaíno, que se ha convertido en la diana de las críticas de los pescaderos asturianos por su respaldo a la venta directa de pescado en las rulas de la región siempre que cumplan las condiciones legales para ello, manifestó a este diario que nadie le ha expuesto "ni antes ni ahora" un solo argumento de peso para ordenar el cierre de la pescadería que funciona en la lonja de Candás y que el conjunto del sector denuncia como "ilegal". Por esa razón, y en la presunción de que la polémica pescadería (autorizada e - su día por el anterior Gobierno de Foro) cumple la legalidad vigente en la materia de comercialización pesquera, Vizcaíno descarta tomar ninguna medida al respecto. "No tengo por costumbre revisar los expedientes que aprobaron mis antecesores", puntualizó el responsable regional de pesca.
Esta reafirmación de Vizcaíno en la postura de permitir la venta directa de pescado a los consumidores bajo determinadas premisas que establece la ley llega en un momento en el que los pescaderos del Principado, a través de su principal organización patronal, anunció el inicio de un boicot a cinco barcos de bajura que supuestamente contribuyen con sus capturas a proporcionar género al puesto de venta de pescado de la rula de Candás. El boicot consiste en negarse a pujar por el pescado que esas lanchas traigan a puerto. El director general de Pesca hizo ver que esa medida de fuerza "es extrema y no beneficia a nadie", por lo que instó a los pescadores a deponer su actitud y "emplear el diálogo para tratar de encontrar una solución serena y sosegada a este asunto".
En este sentido, Vizcaíno lamentó haber tenido que enterarse por el periódico del malestar del sector de las pescaderías: "A mi despacho, que tiene la puerta abiertas para todo el mundo, no llegó hasta ahora queja o protesta alguna sobre este particular". Y luego añadió que es "intolerable" que los pescaderos utilicen como plataforma para su "chantaje" una infraestructura pública como es la rula de Avilés, la principal plaza pesquera de la región.
El fondo de la cuestión -la venta directa de pescado a los consumidores finales- ha sido objeto de "tergiversación y manipulación interesada por parte de algunas personas" a juicio de Alberto Vizcaíno. Todo arranca de un comentario del director general de Pesca en una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA en la que dejó entrever el potencial que tiene para las villas pesqueras asturianas la posibilidad de habilitar medios de venta del pescado que acorten la cadena de distribución. La propia Unión Europea fomenta esa práctica, y el Gobierno de España trabaja desde hace meses en un borrador que traspone la normativa comunitaria pero añadiéndole límites, como la cantidad de pescado que puede comprar cada persona o el valor máximo de la misma. Según Vizcaíno, "independientemente de que la nueva norma aún está en elaboración y por tanto no tiene vigor, con la actual también es posible que exista un puesto de venta directa de pescado como el de Candás", cuestión de la que discrepan totalmente los pescaderos.
Alberto Vizcaíno aboga por la vía de la conciliación para superar esta crisis en la que ninguna de las partes parece dispuesta a ceder -el patrón mayor de Candás, José Ángel Gutiérrez, dejó claro el sábado en estas páginas que la pescadería seguirá funcionando le pese a quien le pese- y sugiere contar con la Federación Regional de Cofradías de Pesca como entidad mediadora. "Me parece un desprecio dejar de lado en esta polémica a una federación que tiene un prestigio nacional bien ganado y cuyo presidente (Dimas García) es una persona de lo más asequible, conciliadora y preocupada por los asuntos pesqueros".
Con los ánimos así de encrespados y las posturas más enconadas si cabe, mañana comenzará una semana en la que los pescaderos y los pescadores volverán a verse las caras en las rulas de la región.
