Ayer se celebró el "Día mundial de la homeopatía", que viene a ser como celebrar el día del horóscopo o la alquimia. De acuerdo. Pero instituciones académicas y colegios profesionales de médicos auspician una práctica cuyo valor terapéutico no está demostrado, hoy por hoy. Ojo, porque "no demostrado" no significa que pueda ser cierto. Por ejemplo, no está demostrado que existan elefantes de color rosa flotando en las masas gaseosas de Júpiter. Algo similar ocurre con las seudociencias, que pueden ser un engañabobos intrascendente, pero se convierten en algo preocupante cuando los organismos oficiales las promueven sin respaldo científico. Quizás en el futuro se pueda probar que algo diluido potencia su acción, pero a fecha de hoy ningún estudio riguroso avala los fundamentos de la homeopatía. La próxima vez que vayan al médico homeópata rompan una esquinita de un billete de 50 euros, suéltenla en una botella de agua y agítenla. A ver si lo acepta como pago. Conste que un vaso de miel y limón viene genial para el catarro. Pero eso no es homeopatía, no se equivoquen.
