La Orquesta Clásica de Asturias (OCA) se subirá a las 20.15 horas de mañana, miércoles, al escenario de la Casa de Cultura para ofrecer un concierto en el que la pianista avilesina Noelia Rodiles actuará como solista. Al frente de la formación fundada en 2009 figurará como director invitado Rubén Díaz, al igual que Rodiles, formado en el Conservatorio Municipal Julián Orbón de la ciudad.
-Dirige por segunda vez a la Orquesta Clásica de Asturias. ¿cómo la ha encontrado?
-Es la segunda vez que me invitan a dirigirla y durante los ensayos que hicimos en la Universidad de Oviedo la he visto muy bien; es una orquesta versátil, con la que trabajo muy a gusto. A diferencia del primer programa, que fue un concierto de gran plantilla, éste es más cameristico pero el compromiso de los músicos es el mismo, con igual profesionalidad.
-Es un concierto muy asturiano, con músicos de aquí, una circunstancia que no se presenta muy a menudo.
-Personalmente, valoro poco la territorialidad, pero en este caso es bonito que la pianista sea avilesina y yo también; ambos empezamos en el conservatorio de Avilés, que tiene un claustro de profesores tremendo y es una buena cantera de músicos. Además, el resto de la orquesta es netamente asturiana. Es decir, toda la gente que participa en este concierto son hijos de aquí.
-Es director de la orquesta "Sabugo Filarmonía", que nació al amparo de la Fundación Sabugo Tente Firme. Hace tiempo que no se escucha su música. ¿En qué fase se encuentra?
-Hace una temporada que "Sabugo" no hace nada; está parada, adormecida, pero en gran parte el responsable soy yo por mi coyuntura personal. Estoy volcado con la capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, coro que se encarga de la temporada de zarzuela del teatro Campoamor. Pero, además, es un momento complicado para esta orquesta, al igual que lo es para el resto de las formaciones y la cultura en general. No obstante, no descartamos llevar a cabo algún proyecto antes de finalizar el año. La sociedad tiene que ser consciente de que hay que apoyar a las orquestas más cercanas para favorecer un caldo de cultivo y a la gente que estudia y se prepara.
-La situación actual está perjudicando especialmente a la música. Muchos profesionales no pueden trabajar.
-Son tiempos difíciles para la lírica, los que nos mantenemos somos los que tenemos trabajo estable. En Avilés, concretamente, hay músicos excelentes salidos del conservatorio que debido a esta situación económica han tenido que dejar la música. En cambio, se programan actos con orquesta y grupos de fuera que no cumplen los criterios de calidad.
-¿Cree que la solución para muchos músicos pasa por salir fuera, como les ocurre a otros profesionales?
-Hay músicos que después de haber sacado una titulación se van fuera; en Europa y América son bien acogidos. De los que permanecen aquí, unos intentan salir adelante como pueden; otros, entre los que me encuentro, tenemos la suerte de tener algo estable; otros dan clases, aunque las plazas en los conservatorios son limitadas y las condiciones en las escuelas de música son bastante deficientes. Asimismo, hay quienes tiran la toalla y acaban en una tienda o en un gimnasio. Y el que lo deja no es el peor; esto no es una cuestión matematica.
-¿En qué está trabajando actualmente y que proyectos tiene a la vista? ¿Figura Avilés entre ellos?
-Con el coro estoy preparando la zarzuela "Curro Vargas", de Ruperto Chapi, una obra atractiva y rompedora. Pero siempre tengo un pie fuera y otro aquí. Hace poco, la orquesta JMJ (que nació con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011) me encargó una parte de una misa. Y a Avilés vendré a hacer alguna composición propia, de gran formato, con orquesta y una posible grabación. No quiero adelantar nada más porque es un proyecto todavía en ciernes.
-¿Cómo es el programa que mañana ofrece la Orquesta Clásica de Asturias en la Casa de Cultura?
-Es un concierto con un programa muy atractivo, complejo pero bonito y agradecido. Incluye Idilio de Sigfrido, de Wagner; Concierto para piano, de Haydn, y Concierto de piano, de Mozart.
