Cansados, ninguneados, enfadados... Estas son algunas de las palabras que utilizaron ayer los representantes de los trabajadores del Hospital San Agustín agrupados en la Junta de Personal para definir el malestar existente entre aproximadamente mil trabajadores que desde 2013 están anclados en sus puestos de trabajo sin opción, dijeron, a reubicaciones internas; es decir, que una enfermera de la uvi, por ejemplo, no puede cambiar a consultas externas habiendo plazas vacantes y con distinto sueldo, a veces por debajo del actual.

La movilidad la piden habitualmente trabajadores que no desean ejercer a tres turnos, empleados con intención de crecer profesionalmente rotando por distintos servicios o personas que tienen entre sus planes conciliar la vida personal y familiar, entre otros. De ahí el enfado de los representantes de la Junta que ahora dicen ver mermadas sus ventajas laborales. Ayer y después de meses de negociaciones, los trabajadores rechazaron la última propuesta presentada por la gerencia que pasaba por cubrir las plazas según queden vacantes y "si lo consideraba oportuno", frente al modelo existente de una convocatoria conjunta una vez al año para todas. Los sindicatos mostraron su temor a que este cambio tenga de telón de fondo "intereses ocultos": "Solo así se explica que un gestor de la sanidad descuide a su gente", manifestaron.

"Todos los sindicatos dejamos cosas en el camino con tal de que salieran adelante las reubicaciones internas y tras vanas esperas la dirección dijo digo donde antes había dicho Diego: la gerente nos ha dicho hoy (por ayer) que consultará con el Sespa cómo cubrir las aproximadamente doscientas plazas internas que hay vacantes", manifestó Trinidad Caminero, en representación de la Junta de Personal. Estuvo arropada en rueda de prensa por los representantes de todos los sindicatos a excepción de la UGT, que a primera hora de la tarde emitió un comunicado: "La gerencia manifestó en diversas ocasiones la intención de realizar un proceso abierto de movilidad interna de carácter permanente mediante una herramienta informática en la que los trabajadores podrían inscribirse de forma permanente y así poder optar automáticamente a los puestos que queden desatendidos por diversas causas, lo que les permitiría mejorar en sus condiciones laborales", afirmó Juan Carlos Caramés.

El sindicalista de la UGT defiende la propuesta de la actual gerente, Begoña Martínez Argüelles: "Con ella se pasaría a un método de evaluación más rápido y sencillo que daría más agilidad al sistema". Los representantes de la USO, CC OO, Satse, USAE y Sicepa-Usipa se mostraron contrarios a cualquier cambio y desconfiaron de la propuesta de la gerencia, que incluye "plazas estratégicas" y defiende la mayor formación de algunos trabajadores. "En los últimos meses trabajamos mucho y bien. Presentamos un sinfín de propuestas y todas fueron rechazadas, algo que no entendemos cuando las reubicaciones internas son de carácter voluntario y a la dirección del centro no le supone ningún coste, por lo que no precisa el permiso del Sespa para dejar las cosas como estaban", concluyeron.