Esther Álvarez, la gerente de la quesería de La Peral, donde se elabora el queso azul del mismo nombre, hizo ayer de guía en las instalaciones para un grupo de 34 estudiantes alemanes que se forman para trabajar como técnicos e ingenieros agrónomos. El interés de los visitantes, que en su periplo por la comarca también visitaron una granja lechera de Gozón, estaba puesto en conocer el proceso gracias al cual la leche se transforma en uno de los quesos más apreciado y vendido de la región. Bromeando sobre la posibilidad de que los germanos "copien" la receta del queso azul peraliego para hacerlo en su país, Esther Álvarez aseguró que no cabe tal riesgo "pues lo inigualable de este queso es el entorno en el que madura y el afinado que le da al producto el maestro quesero; por eso no hay dos quesos azules iguales". Como no podía ser de otra manera, los estudiantes alemanes cataron el queso y vertieron elogios sobre el mismo.