La mayor parte de los institutos públicos de Avilés han visto reducido notablemente su presupuesto en el año 2015, lo que se traduce en significativos recortes de plantilla, supresión de actividades y aplazamientos de obras de mejora de los edificios educativos. Salvo el Instituto Número 5, el resto de centros de educación secundaria han sufrido importantes reducciones en sus partidas presupuestarias y miran con temor a septiembre y la llegada del nuevo curso escolar.
Dolores Bueno, directora del Instituto Carreño Miranda, asegura que la partida que maneja se ha visto reducida un diez por ciento este último año, lo que supone que tendrá que aplazar la adecuación de una sala de uso múltiple, un proyecto que tiene en mente desde hace tiempo: "Llevo quince años en la dirección del instituto, lo que me permite hacer planes a largo plazo", explica, a lo que añade que con una partida económica inferior a la de 2014 ha tenido que destinar el dinero excedente a gastos habituales.
Bueno también critica duramente a la Consejería de Educación. Por un lado, reprocha al Principado el hecho de que aún no haya aprobado el decreto que regula la nueva ley de Educación: "El próximo curso escolar vamos a tener que matricular a alumnos con la LOMCE y aún hay muchas incertidumbres respecto a su funcionamiento", advierte. Por ello, Bueno anima a todos los centros avilesinos a protestar: "Hay que plantarse, pero lo tenemos que hacer todos".
Además, Bueno señala a los responsables de Educación como culpables del caos actual, ya que asegura que "no saben o no quieren hacer las cuentas necesarias para elaborar una plantilla docente": "Es imposible que un instituto como el Carreño Miranda funcione con esa propuesta; es un disparate, lo que quieren es que elaboremos las plantillas nosotros", denuncia. Bueno tiene de plazo hasta el lunes para presentar alegaciones por cada uno de los dieciocho departamentos que tiene su instituto. "Un ejemplo sencillo del sinsentido de la propuesta es Educación Física; en el centro se necesitan 50 horas lectivas de la asignatura y nos han asignado dos profesores, es decir, cuarenta horas en total", explica.
Cada docente puede impartir un máximo de veinte horas semanales, cuando hace unos años el tope estaba en 18. Ese es precisamente uno de los puntos que critica José Antonio Viloria, secretario del Instituto Virgen de la Luz. "Todos los profesores hemos visto cómo aumentaban nuestras horas de docencia directa, pero en mí caso además se ha incrementado la carga burocrática", lamenta. El instituto pasó en apenas unos años de 56 a 51 profesores, y su presupuesto se ha reducido en 5.000 euros. "Este centro es el más viejo de Avilés y el edificio requiere constantes obras de mejora que con este tijeretazo no podemos afrontar", apostilla.
Oswaldo López, director del Instituto de la Magdalena afronta una reducción presupuestaria del 25 por ciento, unos 30.000 euros en total. "Si no responden favorablemente a nuestras alegaciones el curso que viene vamos a perder tres docentes", subraya. Las materias afectadas son Lengua, Francés y Física y Química. Además, algunas actividades como el teatro, que según López hace una "gran labor de comunicación, prevención y convivencia", están en peligro de desaparecer.
El Instituto Ramón Menéndez Pidal también ha tenido que apretarse el cinturón. Fernando Cosmea, secretario del centro, explicó que en tres años la partida del centro a pasado de 120.000 euros a 70.000 euros, una reducción de casi el cuarenta por ciento. "Casi no nos da para cubrir los gastos mínimos, estamos tirando de los excedentes de otros años", denuncia, aunque admite que la Consejería también destina partidas complementarias para asuntos concretos. "Nosotros no hemos sufrido recortes de profesores porque siempre elaboramos una plantilla acorde a las necesidades del centro", asevera.
