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XXXVII Edición de los cursos de verano de La Granda

Ceuta, símbolo de la expansión ibérica

Los historiadores hablan de la conquista portuguesa de la actual ciudad autónoma española en el siglo XV como una empresa envuelta en dudas y con tintes divinos

Adelino Matos. IRMA COLLÍN

Ceuta es un punto estratégico en el Norte de África, conquistado hace ya 600 años por Portugal. La actual ciudad autónoma española supuso un cambio en el tráfico marítimo del estrecho de Gibraltar y simbolizó el deseo de expansión de los reinos ibéricos, España y Portugal. Además, el territorio posee una de las fronteras con mayor diferencia entre los dos lados que separa. Así explicaron el presidente de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas, Juan Velarde, y la presidenta de la Academia Portuguesa da Historia, Manuela de Mendonça, la elección de la conquista de este territorio como tema de las primeras jornadas de los cursos de La Granda.

"El proceso de constitución de la península Ibérica no puede ser pensado de manera individual. España no puede pensar su historia sin Portugal, ni viceversa. La historia de los dos países no puede ser concebida aisladamente", comentó Manuela Mendonça en su presentación sobre el curso, en el que participaron varias personalidades portuguesas, entre ellas el general Adelino Matos, miembro también de la Academia Portuguesa da Historia. El militar habló de las políticas y estrategias que llevó a cabo Portugal en la conquista de Ceuta en el año 1415. Señaló como contexto que en aquella época, principios del siglo XV, los reinos ibéricos buscaban expandirse hacia el Mediterráneo y el Atlántico ya que se sentían en minoría territorial con los reinos del centro de Europa.

El Rey Juan I de Portugal abordó la conquista de la ciudad al mismo tiempo que Inglaterra y Francia luchaban en la denominada como Guerra de los 100 años, poco tiempo después de ganar la batalla dinástica frente a Leonor Téllez de Meneses, la sucesora propuesta por los procastellanos. El rey luso tenía la idea de que esta conquista era un servicio de Dios, según cuenta la "Crónica de toma de Ceuta" escrita por Gomes Eanes de Zurara; a pesar de tener muchas dudas sobre si realizar o no la ocupación, finalmente Portugal se hizo con el territorio africano el 21 de agosto de 1415. Según esta crónica, la ciudad africana no opuso apenas resistencia y en tan solo doce horas cayó en manos de los portugueses.

El general Matos explicó también que Ceuta era entonces una de las más importantes ciudades del occidente musulmán, estaba disputada por Castilla, Aragón, Granada y el actual Marruecos. Cercana a la península, la ciudad albergaba dos comunidades religiosas muy distintas y estaba dominada por los merínidas, que habían sido derrotados por España y Portugal unos años antes.

Finalmente, Ceuta pasó a pertenecer a España en 1640, cuando la ciudad decide no seguir al reino de Portugal en su secesión de la corona del entonces rey español Felipe IV, pero siguió manteniendo el escudo y las armas de Portugal hasta el año 1668, cuando en el Tratado de Lisboa los dos países ibéricos reconocieron la soberanía española sobre Ceuta.

La conquista de la hoy ciudad española estuvo rodeada de dudas y polémicas en el siglo XV. Algunas de ellas fueron recogidas en la "Crónica de la toma de Ceuta" y otras en la "Crónica del Conde Don Pedro de Meneses", primer gobernador de Ceuta, quien en la actualidad tiene una estatua en el paseo marítimo ceutí. En torno a estas dudas giró la intervención de otra de las ponentes portuguesas del curso, la profesora de la Universidad de Lisboa Margarida Garcez, que reflexionó sobre el debate presente en la época y las diferentes opiniones contrarias sobre la conquista que tenía la sociedad portuguesa.

"Portugal tenía muchas dudas sobre esta conquista, tenía problemas logísticos y falta de medios. Pese a esto decidieron abordar la conquista de Ceuta alegando que con la ayuda de Dios habían vencido a Castilla y del mismo modo les ayudaría para conquistar Ceuta y para mantenerla, que era lo más difícil", explicó la profesora señalando que finalmente esas dudas resultaron un refuerzo pues al ver que a pesar de la mala situación habían conseguido vencer a Castilla, pensaron que también podían triunfar en Ceuta.

Garcez apuntó que Juan I llegó a convocar un consejo para que le dijesen si la conquista era un servicio divino o no. Finalmente se habló sobre la diócesis de Ceuta en la atención pastoral de Frei Justo Baldino, un tema que expuso el profesor de la Universidad de Oporto José Marqués.

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