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Emúes con pedigrí asturiano

"Pipo" y "Alejandra", ejemplares de una raza originaria de Australia, son dos de las sensaciones en La Magdalena, junto al cerdo vietnamita

Emilio Martínez, junto a "Pipo", ejemplar de emú macho. IRMA COLLÍN

Vacas, gallinas, patos, cabras, ovejas... emúes y cerdos vietnamitas. A los animales conocidos por todos que estos días pueden verse en el Concurso del Ganado de San Agustín, se suma el toque exótico que le confieren estas especies foráneas, un atractivo más de la muestra decana de los certámenes ganaderos. Los emúes y cerdos vietnamitas son criados por Miguel Martínez, presidente de la Asociación por la Recuperación de la pita pinta, y María Concepción García, miembro de la misma entidad.

Esta pareja, que lleva en la sangre el amor por los animales, cría y cuida a ambas especies en su hogar, aunque fue García quien tuvo gran parte de culpa de que estos exóticos animales disfruten de una amplia y cómoda finca en la que corren y juegan. "Teníamos animales como gallinas y patos, y mi mujer mostró mucho interés por los emúes", afirmó Martínez. "Pipo" y "Alejandra", como se llaman los emúes, se crían en El Carreño, y tienen cuatro años de edad, es decir, son ejemplares adultos. "Es una especie que, si no hay accidentes ni problemas, suele vivir en torno a 15 o 16 años", señaló Emilio Martínez, quien explicó que "tanto 'Pipo' y 'Alejandra' como sus padres son de Asturias, aunque la especie es foránea".

El hecho de criarse en una casa con una finca amplia en la que correr y moverse con soltura, además de los cuidados que llevan a cabo tanto Martínez como su mujer, hacen de estos dos emúes unos ejemplares muy dóciles. "Como el caballo, si son salvajes no puedes acercarte a ellos. Criados y cuidados desde pequeños posibilita que de adultos sean muy cariñosos y buenos. 'Pipo y Alejandra' corren por la finca y conviven con otros animales sin problemas, y cuando les llamas vienen al momento a que les alimentes", comentó el presidente de la Asociación para la Protección de la Pita Pinta.

Este ave, originaria de Oceanía y que se puede encontrar por gran parte de la geografía australiana, no vuela, y la gestación de sus crías es distinta al de otras especies. "En el caso de los emúes, es el macho quien se encarga de incubar a las crías, en contraposición a otros animales", señaló Martínez.

Si estas aves dan un toque foráneo y exótico a la muestra, no se quedan tampoco atrás los cerdos vietnamitas que la mujer de Emilio Martínez, María Concepción García, cría desde hace dos años. "Me los regaló un señor de Toledo. El mayor cumple tres años en noviembre", afirmó María Concepción García, que hasta la fecha sólo ha dado nombre al mayor. "Se llama 'Peque'", dijo.

Esta raza, variante asiática del cerdo doméstico, es conocida gracias al actor George Clooney, quien hace unos años presentó al mundo a un cerdo vietnamita que se convertiría entonces en la mascota del popular intérprete. A raíz de esto, las ventas de este animal crecieron de forma espectacular especialmente en periodos como el navideño.

Tanto los emúes como los cerdos vietnamitas, junto a los ejemplares de patos y pitas pintas que se pueden visitar estos días en La Magdalena, son ejemplares criados y cuidados por la Asociación por la Protección de la Pita Pinta, que vela por la preservación y desarrollo de las diversas razas de gallina, así como de otras especies de animales.

Emilio Martínez y María Concepción García forman parte de esta institución, en la que su amor por los animales y su afán por preservar y cuidar ejemplares que van desde el pato o la gallina hasta el propio emú, puede servir para evitar la desaparición de especies y lograr concienciar al público de la necesidad de velar por la conservación de estos animales. Unas especies que, gracias al cuidado de personas como Martínez y García, tienen más posibilidades de supervivencia.

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