La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Policía Local de Avilés devuelve a sus dueños ocho de cada diez objetos perdidos

Los agentes reciben al día una media de dos artículos extraviados, desde llaves hasta gafas de sol o dentaduras postizas

La agente Antonia González, mostrando en la Comisaría la sección de llaves perdidas. IRMA COLLÍN

No todo lo que se extravía está perdido. En torno al 80% de los documentos y artículos que acaban en las dependencias de objetos perdidos de la Policía Local de Avilés, en los bajos del estadio Suárez Puerta, acaban de nuevo en manos de sus propietarios. En lo que va de año han acabado en Objetos Perdidos más de 200 artículos, una media de dos al día. El año pasado fueron más de un millar los objetos hallados, a los que hay que sumar el extravío de dinero, que en la mayoría de los casos suelen ser sumas muy pequeñas; el porcentaje de recuperación fue del 79%. La de objetos perdidos es una oficina en constante movimiento. A diario acude a la sala de atestados, a cargo de los artículos extraviados, un goteo constante de avilesinos en busca de alguna pertenencia.

-Venía a ver si apareció el móvil de la cría. O lo perdió o se lo robaron el 27 del mes pasado en Versalles. Es un LG.

-Tenemos móviles Samsung, THL, Iphone... pero ningún LG.

-Entonces tengo que poner la denuncia. Menos mal que lo tenía asegurado.

-Sí, la necesitará para la denuncia, pero eso lo tiene que hacer en la Comisaría de la Policía Nacional, en el Carbayedo.

Conversaciones como esta se suceden prácticamente a diario en Objetos Perdidos. "Se recogen todo tipo de objetos: llaves, carteras, documentos varios, paraguas, gafas, bolsos, maletas de viaje... hasta sillas de ruedas y de bebés. En volumen, lo que más nos llega son carteras, documentos, llaves y teléfonos móviles", explica la agente Antonia González, que lleva 34 años en la plantilla de la Policía Local de Avilés.

Anécdotas no faltan en estas dependencias. Lo más extraño que ha llegado a los bajos del Suárez Puerta son dentaduras postizas y unos restos óseos, que pertenecían a unos estudiantes de Medicina. "Pero de eso hace ya muchos años", aclara González. En la actualidad, destacan unos esquís y un Iphone 6 plus. En el caso del Iphone, los agentes han conseguido identificar a los propietarios, unos americanos que hicieron escala en Gijón en un crucero, y que de visita en Avilés olvidaron el teléfono de última generación en una iglesia de la ciudad. La pareja se niega a facilitar la clave de desbloqueo, indispensable para verificar que son los propietarios. Así que es muy probable que este teléfono, de los más caros que existen en la actualidad en el mercado, acabe achatarrado. Y es que cuando transcurren cinco años el material que no es reclamado acaba siendo destruido (el perecedero se destruye pasado uno o dos años, en función de su estado). En objetos perdidos también tienen guardado un sobre con 300 euros que un ciudadano localizó en una calle céntrica de la ciudad. Nadie ha ido a reclamarlo aún.

Una vez que un artículo extraviado recala en las dependencias de la Policía Local, los agentes de atestados anotan en un libro de registro quién lo ha llevado, la fecha de entrega y en qué condición llega el artículo. En caso de ser reclamado ese objeto o bien, se anota la identidad del receptor, previa identificación. Quien localiza un objeto perdido tiene sus derechos y deberes, que vienen recogidos en los artículos 614 y 615 del Código Civil. Por ejemplo, tiene el deber de entregarlo a su propietario o a las fuerzas de seguridad y el derecho de recibir la mitad del valor de lo hallado (algo que no se suele aplicar, si bien en casos del hallazgo de sumas importantes de dinero, el propietario suele dar una recompensa).

A objetos perdidos llegan una media de dos o tres teléfonos móviles a la semana. Suelen ser aparatos extraviados. "Cuando alguien viene preguntando por un teléfono, si en 15 días no aparece es complicado recuperarlo, porque lo más posible es que haya sido robado", explican en comisaría. Algunos objetos robados, como las carteras, son localizados en lugares de difícil acceso, como en cisternas de urinarios de establecimientos comerciales o de ocio o en huecos de ascensores. Un operario de mantenimiento localizó recientemente en el hueco de un ascensor de una comunidad del centro de la ciudad ochos carteras, algunas de las cuales llevaban más de un año extraviadas. Habían sido robadas.

El dinero hallado suele acabar en manos de sus dueños. Casi el 90 por ciento de las sumas que acabaron el año pasado en objetos perdidos volvieron a sus propietarios. Le siguen, en porcentaje de recuperación, bolsos y carteras (67%) y los documentos identificativos, como DNI, pasaporte, carné de conducir (59%). Al contrario, solo seis de los 23 pares de gafas que acabaron en 2014 en objetos perdidos fueron devueltos a sus dueños (el 26%).

Por volumen, es después de las fiestas (como el Antroxu o las patronales de San Agustín) cuando más objetos perdidos recalan en las dependencias de la Policía Local. También llegan artículos y documentos extraviados en otros puntos de Asturias (principalmente en Castrillón y Oviedo) e incluso de fuera de la región, principalmente de zonas de veraneo, sobre todo de Benidorm.

-Venía a ver si les habían entregado unas llaves que he perdido.

Es el pan de cada día en la oficina de atestados de la Policía Local de Avilés, que lo es también de objetos perdidos.

Compartir el artículo

stats