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LAUREANO CAICOYA | Presidente del patronato de la Fundación Alzhéimer Asturias

"El alzhéimer no se contagia, hay otros peligros como el cóctel drogas-alcohol"

"'Amor mío, ¿nos quitamos de en medio?' Esto está pasando; hay parejas que deciden desaparecer antes de seguir mal, solos y desesperados"

Laureano Caicoya. MARA VILLAMUZA

Laureano Caicoya sabe bien qué es el alzhéimer. Su madre sufrió esta enfermedad que se caracteriza por la muerte progresiva de las neuronas y la disminución de la capacidad de síntesis de mediadores químicos, lo que conduce a la pérdida paulatina de las funciones que asumía el cerebro. Caicoya lleva años defendiendo los derechos de estos enfermos que se cuentan por centenas. El próximo lunes y con motivo del "Día mundial del alzhéimer", Caicoya visitará Avilés, donde la Fundación que preside ha decidido centralizar este año todos los actos conmemorativos. La última vez que estuvieron un 21 de septiembre en la ciudad fue en 1999.

-Se dice que el alzhéimer es una pandemia sanitaria del siglo XXI.

-Así es. En Gijón el número de enfermos diagnosticados de alzhéimer pasa de los 3.800, en Oviedo de 2.600 y en Avilés estamos ya en los 1.000. Del resto de la región tenemos datos estimativos que nos aportan los delegados, pero calculamos que la cifra de diagnosticados en toda Asturias supera los 22.000. Esto no es lo peor.

-¿Entonces?

-En Avilés vamos a hacer alusión a un asunto que nos preocupa mucho y del que hemos recibido noticias hace relativamente poco tiempo a través de la Fundación Alzhéimer Asturias, que está confederada a nivel europeo. Se trata de la enfermedad de alzhéimer de aparición temprana autosómica dominante. ¿Este término tan raro qué significa? Bien, el alzhéimer afecta a varones y mujeres por igual con una prevalencia más alta a mayor edad, particularmente después de los sesenta años en el 97 por ciento de los casos. Sin embargo está avanzando a ritmo preocupante una variedad genética que afecta a jóvenes por encima de los treinta años. Esto es brutal. Nosotros ya tuvimos censados de 39 años y en estos casos el alzhéimer les devora en poco tiempo. Si tenemos la seguridad de algo es de que el alzhéimer es una enfermedad progresiva, no tratable. Lo que existen son fármacos paliativos que ayudan a tener una mejor calidad de vida.

-Una investigación publicada recientemente por la revista "Nature" señala que el alzhéimer puede transmitirse por procedimientos médicos, concretamente por un tratamiento con la hormona de crecimiento

-Somos un poco alarmistas. Esa publicación responde a un estudio que se hizo con pacientes que de niños habían sido tratados con hormonas de crecimiento humano obtenidas de cadáveres. Estas hormonas ahora ya se obtienen de forma artificial, se sintetizan en el laboratorio. Pero más aún, la Sociedad Española de Neurología nos hizo llegar un escrito en el que dice taxativamente que el alzhéimer no es contagioso. Ahora mismo se están haciendo otras cosas mucho más peligrosas de cara a desarrollar una demencia como el cóctel drogas-alcohol.

-Explíquese, por favor

-Jóvenes, estupefacientes y alcohol. Esos chavales de 14 años que mezclan pastillas y vino, con cuarenta años van a tener quemadas muchas neuronas. Yo no voy de moralista por la vida, pero los datos hablan por sí solos. En las Cuencas, en el Caudal y Nalón, había muchos enfermos de alzhéimer. Nosotros no encontrábamos explicación y los médicos nos explicaron que se debía al alto índice de alcoholismo que hay en ese territorio.

-¿El enfermo de alzhéimer goza de algún tipo de ayuda?

-Este colectivo está abandonado. Punto.

-Ustedes ayudan a muchas familias desde la Fundación.

-Voy a ampliarle la respuesta de la pregunta anterior. En el año 2007 la Fundación comenzó a comprar alimentos especiales para enfermos encamados que dábamos a los socios. Hace dos o tres años me enteré que teníamos a familias que comían con los potitos que les entregábamos. Esto originó que nos pusiéramos en contacto con el Banco de Alimentos. Ya hemos repartido 16 toneladas de comida, a fecha 31 de agosto. Nos encontramos con cuidadores que viven de la pensión de los ancianos con alzhéimer.

-Muchos cuidadores se suicidan o acaban institucionalizados...

-Es normal que tu madre con alzhéimer dependa de ti, lo que no es normal es que tú dependas de tu madre. Esto es lo que llamamos el síndrome del cuidador, el primero: la obsesión arrastra a las enfermedades. El segundo síndrome es el del cuidador quemado y el tercero lleva a la desesperación absoluta. Cuando un enfermo de alzhéimer envejece, el cuidador envejece también. En estos años conocí casos dignos de mención. Uno de ellos era un hombre que iba cada día al gimnasio con el único objetivo de hacer músculos para poder levantar a su mujer de la cama. Los dos tenían más de ochenta años. Ante casos así es cuando a enfermo y cuidador les surge esa pregunta que suena novelesca: "Amor mío, ¿nos quitamos los dos de en medio?". Esto es lo que está pasando: hay parejas que deciden desaparecer antes de seguir mal, solos y desesperados. Ahora las familias son cada vez más pequeñas y muchos ancianos están solos, desesperados.

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