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Análisis de un sector pujante del tejido empresarial avilesino

La década prodigiosa del negocio eólico

Su acertada política de expansión internacional y la visionaria decisión de diversificar su actividad con los aerogeneradores marinos afianzan el liderazgo de Windar Renovables

Dos trabajadores de Windar Renovables, en el taller de ensamblaje de los tramos para aerogeneradores. MIKI LÓPEZ

Apenas diez años son los que median entre las primeras incursiones de la empresa Windar Renovables en el negocio eólico y la halagüeña realidad de la compañía, caracterizada por su internacionalización, sus alianzas exitosas con socios reputados como Gamesa o más recientemente Navantia, el liderazgo compartido que ostenta con el Grupo Gonvarri en el mercado español de la fabricación de piezas para torres eólicas y su capacidad de producción de 5.806 tramos anuales de torres eólicas, 1.590 de ellos en Asturias.

La firma, uno de los puntales del Grupo Daniel Alonso, creció a pasos agigantados al calor del desarrollo del parque eólico español y ha desembarcado el último año con gran fuerza en el subsector de la energía eólica marina, un reenfoque de su estrategia que, como suele caracterizar a la familia Alonso, es fruto de la acertada lectura de los cambios que se barruntaban en el mercado energético del viento tras el duro varapalo que supuso la crisis. Y es que la eólica marina u "offshore", como es conocida en la jerga empresarial, está llamada según los expertos a atraer durante los próximos años el grueso de la inversión europea en materia de energías renovables. Dicho de otra forma: las empresas que no estén preparadas para competir en ese nuevo escenario las pasarán canutas.

Prepararse para lo que venía -la colonización eólica del mar- al objeto de compensar la drástica caída de la actividad en el negocio eólico tradicional -el terrestre- es la enésima muestra de la buena intuición empresarial que gastan los Alonso, tenidos a veces por por visionarios. Pero ni mucho menos explica la década prodigiosa de crecimiento que acumula Windar Renovables, con los consiguientes efectos positivos para el empleo y la economía avilesina; para entender el fenómeno en su totalidad hay que contemplar más variables.

Por ejemplo, la decidida apuesta de Windar Renovables por la I+D, premisa fundacional de la empresa cuyo cumplimiento queda probado, diez años después, con la firma hace pocos días de un acuerdo de colaboración con Arcelor-Mittal a cinco años vista para impulsar nuevos procesos de fabricación de aceros, fundamentalmente los destinados a plataformas eólicas marinas. Esta alianza busca, según informó este diario el pasado jueves, el desarrollo de nuevos procesos de fabricación de aceros, principalmente los destinados a las plataformas eólicas marinas que diseña y fabrica Windar Renovables, la búsqueda de nuevos recubrimientos del acero para incrementar su resistencia a la corrosión en los entornos marinos y soluciones que permitan reforzar las estructuras de apoyo sobre las que se asientan las torres eólicas del mar.

Guillermo Ulacia, en la actualidad presidente de la patronal asturiana del metal (Femetal) y en tiempos presidente del fabricante de aerogeneradores Gamesa (socio a su vez de Windar), reseña que "la demanda actual se orienta a proveedores capaces de proporcionar soluciones tecnológicas de vanguardia, torres más ligeras y más grandes que resulten fáciles de instalar en zonas de vientos bajos y medios o, en el caso de la torres eólicas marinas, que tengan tratamientos superficiales que garanticen el ciclo de vida comprometido con los clientes". Exactamente las líneas directrices que caracterizan la estrategia competitiva de Windar Renovables.

Otro factor que juega a favor de la empresa avilesina reconocido por los expertos como Ulacia tiene que ver con la óptima gestión de compras. Windar Renovables se beneficia, como las demás empresas metalúrgicas de la región, de la cercanía de sus principales instalaciones productivas a un fabricante de acero, Arcelor en este caso. El acero es la materia prima con la que se fabrican los tramos de torres eólicas y ahí mismo, a la sombra de la acería, la firma de Daniel Alonso ha desplegado una red de talleres que preparan la chapa para su posterior conformación, soldadura y pintado. No es difícil deducir que esto se traduce en una ventaja en forma de menores costes.

La sintonía entre Windar Renovables y Arcelor ha desembocado en la decisión de esta última de aprovechar las obras de ampliación de su acería de Tabaza, que comenzaron hace pocas semanas, de instalar una nueva máquina de colada continua en vertical, una tecnología avanzada que entre otras cosas permitirá fabricar los planchones de acero con espesores mayores (hasta 300 milímetros), los que precisamente requiere el sector eólico marino, hacia el que ha reenfocado su negocio Windar Renovables. A todo esto se ha llegado partiendo de cero, pues cero eran las toneladas que un fabricante líder de aerogeneradores como Gamesa compraba a Arcelor en 2006.

A su vez, el esperado incremento en Avilés de la fabricación de piezas para la eólica marina ha activado otro ilusionante proyecto: la rehabilitación de la antigua Laminación Oeste de Ensidesa, una edificación propiedad de Arcelor que pasa por ser la más grande en su género de las existentes en la comarca y que lleva décadas infrautilizada. La intención de Daniel Alonso es construir en ese inmenso taller las piezas de mayor tamaño que demanden los promotores de parques eólicos marinos.

La pincelada que completa el análisis tiene que ver con la logística. Se estima que después de fabricada la torre eólica el coste de la misma aumenta un 20 por ciento como consecuencia de los gastos derivados del almacenamiento y el transporte a su futuro emplazamiento. Por eso, explica Guillermo Ulacia, "la proximidad a los mercados y a los lugares de instalación son muy importantes". Windar Renovables tiene en la proximidad del puerto de Avilés a sus talleres -y en la disponibilidad de suelo donde almacenar los tramos eólicos- una ventaja logística de primer orden. En este sentido, la apertura de los nuevos muelles de la margen derecha fue una excelente noticia para la empresa, que junto a otras firmas locales de calderería pesada proporcionan carga para el 60 por ciento de los buques que utilizan las instalaciones portuarias de la margen derecha de la ría.

Pero aún así, la empresa no dudó en expandir sus actividades durante la década a Brasil e India, consciente de que solo la presencia en esos escenarios le abriría la puerta de mercados emergentes como el sudamericano y el asiático. Un ejemplo de libro de lo que los expertos en economía llaman internacionalización. "La multilocalización se convirtió en determinante para crear ventajas competitivas sostenibles y quizás esta sea una, no la única, razón del éxito de Windar Renovables", afirma Ulacia.

Estos son los factores que de modo resumido explican el esperanzador futuro que se vislumbra para el negocio eólico en la comarca de Avilés. Algo que no pueden decir todos los que en 2007 se dedicaban a fabricar tramos para torres eólicas en España -unas 17 empresas según cálculos del sector- y de los cuales solo un selecto ramillete en el que se encuentra Windar Renovables logró superar con éxito los avatares de la crisis.

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