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Los camioneros acceden a aparcar en Divina Pastora como "solución provisional"

"Aceptamos porque no queda otra", avisan los transportistas, a la espera de un espacio con "las debidas condiciones"

Estado de las obras de construcción del futuro aparcamiento para automóviles de la avenida de Gijón. IRMA COLLÍN

Crisis zanjada. El colectivo de transportistas de la comarca avilesina que estacionan desde hace años sus camiones en la parcela ubicada en la avenida de Gijón, integrado por unos 70 profesionales, acepta finalmente usar como aparcamiento para sus vehículos al solar cercano que les ofreció el Ayuntamiento en el área de Divina Pastora, si bien mantienen la esperanza de que el equipo de Gobierno cumpla su promesa y ponga a su disposición en un plazo no mayor de seis meses otro espacio definitivo y dotado de infraestructuras adecuadas. Es decir, la paz llega a condición de que los responsables municipales no se olviden de que tienen una deuda contraída con el sector del transporte.

Para conseguir aplacar el malestar que se había generado cuando los camioneros recibieron la notificación de que debían dejar de usar el aparcamiento de la avenida de Gijón, justo a la entrada de Avilés por la autopista "Y", el Gobierno local se comprometió a realizar varias obras que demandaban los transportistas. Así, se han marcado con pintura al menos cuarenta plazas para uso de camiones en el solar que ocupaban las antiguas dependencias municipales de Divina Pastora y al área alquitranada existente con anterioridad en la zona se añadieron en los últimos días más metros cuadrados disponibles para los camioneros previa extensión y compactación de una capa de escoria.

Respecto a la vigilancia del aparcamiento provisional, que era una de las mayores preocupaciones del colectivo por la frecuencia con que sus camiones son objeto de robos, la solución pasará finalmente por la contratación de un servicio de seguridad que costearán los propios beneficiarios. Uno de los camioneros afectados por esta mudanza comentó a LA NUEVA ESPAÑA, mientras observaba in situ los trabajos de acondicionamiento del terreno, que "aceptamos las condiciones del traslado porque no nos queda otra, pero lo que realmente queremos es que de una vez por todas en esta ciudad se haga un aparcamiento de camiones en las debidas condiciones". Esta reivindicación tiene poco de nuevo. De hecho, hace dos décadas que está sobre la mesa, pero sin éxito.

El concejal de Infraestructuras y portavoz del Gobierno local, Luis Ramón Fernández Huerga, a preguntas de este diario, ratificó el compromiso adquirido en los últimos días con los camioneros: "Seguimos analizando posibles emplazamientos en los que construir un aparcamiento para camiones con vocación de futuro, no provisional como el que ahora les hemos facilitado en Divina Pastora".

El traslado de los camioneros a Divina Pastora, según está previsto en el plan municipal, tiene como objetivo despejar la parcela que hasta ahora ocupaban los vehículos pesados en la avenida de Gijón para urbanizar la zona y construir un aparcamiento, pero en este caso para vehículos ligeros. De hecho, esas obras ya han comenzado y avanzan a buen ritmo aunque todavía quedan algunas camiones y remolques aparcados.

El nuevo parking de la avenida de Gijón estará ubicado en el triángulo delimitado por las calles Marqués de Suances y del Acero. La obra tiene un presupuesto de 370.000 euros, tendrá capacidad para 240 vehículos y su uso será gratuito. El proyecto incluye también la urbanización integral de las calles perimetrales y la adecuación de los accesos. Este aparcamiento no es la idea definitiva que tiene el PSOE para este solar, ya que está llamado a formar parte, en un futuro, de la nueva centralidad urbana. Sin embargo, mientras no cuaje ese proyecto urbanístico, la entrada a la ciudad tendrá así una mejor imagen, además de contar con un aparcamiento disuasorio del que se espera que contribuya a reducir el tráfico urbano. Las inmediaciones de lugar, aun sin acondicionar, ya es usado a diario por decenas de conductores que dejen allí sus coches en condiciones de absoluta precariedad.

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