Un aperitivo a base de diferentes variedades de quesos y croquetas recién hechas recibió ayer a los premiados este año por la Cofradía del Colesterol Bueno HDL que preside Sabino González. Tras este primer encuentro, Carmelo Paniagua, presidente de la Comisión de Nutrición y Buenos Hábitos en el Deporte del Comité Olímpico Español; José Alfredo Martínez Hernández, catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad de Navarra; Nelly Fernández, presidenta de honor de Cruz Roja Avilés; Alba García Fernández, atleta; y José Luis Morán Junquera, psiquiatra avilesino, vivieron una intensa tarde-noche cargada de actos, entre ellos la entrega de los galardones en el auditorio de la Casa Municipal de Cultura y posteriormente una cena de gala.

Agradecimiento y gratitud fueron las palabras más repetidas por los premiados, todos defensores a ultranza de una dieta sana, equilibrada y de calidad. "Para que un deportista llegue al máximo tiene que cuidar la alimentación y muchos comían de forma nefasta. En un afán de transmitirles la importancia de seguir una dieta correcta , hace diez años contacté con ocho doctores magníficos. Ahora, los deportistas de élite siguen una dieta variada, no sólo basada en hidratos de carbono, como antiguamente, que les da seguridad, más flexibilidad, resistencia o fuerza, según cada caso, ya que no todos pueden comer lo mismo", manifestó Carmelo Paniagua. En este sentido, el presidente de la Comisión de Nutrición y Buenos Hábitos en el Deporte del Comité Olímpico Español reconoció que ser olímpico no es fácil y exige "sacrificio, disciplina y esfuerzo" no sólo en la práctica física, también en la alimentación ya que "con sólo tomar una cerveza se altera en el metabolismo el trabajo de un mes".

Por su parte, Nelly Fernández Arias (premio "Mandil" de la Cofradía) y José Luis Morán Junquera (premio "Toda una vida"), compañeros de instituto en su etapa de estudiantes, reconocen "intentar cuidar la alimentación", una tarea que a la presidenta de honor de Cruz Roja Avilés le exige esfuerzo ya que "no tiro nada a la basura porque en la posguerra pasé hambre. Todo lo que sobra de las comidas familiares de los domingos lo aprovecho, y eso que me vendría muy bien perder unos kilos que me sobran", relató.

Morán Junquera también se esmera en vigilar las comidas aunque a veces le resulta una tarea difícil ya que "la cocina es el hobby de mi vida. Mi madre tuvo tres restaurantes en Avilés de modo que estudié el Bachiller metido en la cocina. Además, durante 40 años cociné para una peña gastronómica. Y como mi esposa odia cocinar, en casa lo hago yo". A la hora de valorar el reconocimiento que le acaba de entregar la Cofradía del Colesterol Bueno, el psiquiatra avilesino dijo que "el médico tiene que ser un artista porque sanar a la gente es un arte".