Yolanda Alonso tiene un pie en la Promoción Social y otro en la Cultura, dos grandes retos que le exigirán un esfuerzo importante, dada la cantidad de programas y equipamientos que se acumulan en estas dos áreas. En Cultura se estrena, mientras que en Promoción Social ya tiene tablas de anteriores mandatos.
-¿Qué ha cambiado en los últimos cuatro años en las necesidades sociales?
-Seguimos teniendo la necesidad de superar una situación económica complicada, pero en torno a eso hay otras cuestiones que abordar: vivienda, falta de redes de apoyo, de convivencia... Cada vez más estamos trabajando con personas y familias que nos llegan por una situación de desempleo pero que, prolongada en el tiempo, puede acabar en vulnerabilidad. Por eso, vamos a trabajar en un plan local de inclusión. Tenemos que trabajar mejor la intervención social con las personas, como derecho de ciudadanía. El objetivo prioritario del área es la cohesión social, que es la capacidad que tiene una sociedad para asegurar el bienestar de sus ciudadanos. Estamos en un momento de revisión de los programas y de trabajar de forma muy coordinada.
-¿Qué peso presupuestario tienen las políticas sociales?
-Suponen el 22 por ciento del presupuesto municipal y van a seguir siendo nuestro objetivo prioritario. Habrá partidas que necesiten incrementarse, como Educación. Hay que tener en cuenta que en el presupuesto de Servicios Sociales, que llegó a 6 millones de euros, nos veíamos obligados a incrementar cada año las ayudas económicas porque había una necesidad importante. En 2013, hubo un punto de inflexión tremendo, llegamos a los 700.000 euros solo de ayudas. Este es el primer año en el que vamos a ajustarnos a la partida comprometida, de 400.000 euros.
-¿Y cuál es la causa?
-Tiene que ver con el retraso que había del salario social, que llegaba hasta los 18 meses. Ahora se agilizó mucho. Me pregunta la gente que si ahora nos va a sobrar dinero, pero estamos en un proceso de revisión para flexibilizar los criterios de acceso a las ayudas.
-Mencionó que quería más presupuesto para Educación...
-Avilés se ha consolidado como ciudad educadora. La prueba son las escuelas infantiles. En 2003, sólo teníamos una, para unos 30 niños. Ahora tres, con casi 200 niños de capacidad, y con un aula recién inaugurada. Apostamos por la educación a lo largo de toda la vida. El programa de apertura de centros es referente de buena práctica, ya que está destinado a todos los colegios públicos, tengan o no asociación de madres y padres. Tenemos bonificaciones para que todos puedan acceder. Y estamos revisando todo esto para mejorarlo. Reforzaremos el programa de los Talleres Infantiles de Avilés (TIA). Hasta ahora, era en verano y Semana Santa y lo ampliaremos ahora a Navidad. Este recurso favorece no sólo la conciliación, sino que es espacio lúdico donde los niños siguen aprendiendo. Y un recurso social que tiene la posibilidad de tener desayuno, comedor... Yo estoy en contra de los comedores sociales, creo que no se debe de estigmatizar, sino intentar resolver esa situación de dificultad en entornos normalizados, con otros niños. Tenemos bonificaciones en todos los programas públicos de educación: en los comedores escolares, la mitad están bonificados, y en las escuelas de bebés, en torno al 68 por ciento.
-Hubo polémica por la inclusión de tablets en las escuelas de bebés.
-La escuela tiene que ir con los tiempos en los que nos toca vivir, y debemos de intentar enseñar el uso responsable de las nuevas tecnologías. Y en ese sentido es una herramienta más, no la única. Se ha exagerado el tema.
-También hubo anuncios de recortes de plantilla.
-Tenemos una situación complicada por la ley de sostenibilidad de las administraciones locales. Ahora es competencia de la Consejería de Educación, y es una de sus prioridades. Pero hay que tener en cuenta que ha bajado la matrícula, y que en base a esa reducción se asigna el número de educadores. Al final nos han dejado la misma plantilla del curso anterior, y acaban de autorizarme otra educadora más para apoyar en El Quirinal.
-Como responsable de vivienda, ¿cómo valora el problema de desahucios en Avilés?
-Estamos haciendo un apoyo importantísimo a las familias. En los últimos cuatro años la Fundación San Martín ha movilizado en torno a 2,9 millones de euros en ayudas a la vivienda. Que las familias se mantengan en sus viviendas es una prioridad. Creo que el problema de los desahucios en Avilés está muy localizado, en el Nodo, que tiene unas claves particulares. Gracias a todo el apoyo que hay al mantenimiento de la vivienda, los desahucios son en situaciones muy extraordinarias. Hay toda una red de apoyo, quizás tenemos que comunicar mejor los recursos.
-¿Cómo se va a notar que toma las riendas de Cultura?
-En primer lugar, queremos establecer la complementariedad y coordinación con el Niemeyer. Tenemos ya bastante bien articulada la colaboración teatral, pero tenemos que seguir trabajando. Va a ser la primera vez que vamos a tener un concierto, el de Wilko Johnson, en colaboración. Tenemos muchas posibilidades y fortalezas. Este centro puede ser un referente para muchos eventos.
-¿Y no hay riesgo de desviar los fondos municipales hacia el Niemeyer?
-No hay ningún desvío de recursos, sino colaboración. ¿A la ciudad le interesa? ¿A Asturias? Se trata de eso. Por otra parte, queremos también visibilizar la cultura como un servicio público. Llegar a más usuarios y que tenga más ramificaciones. Que no todo ocurra en la Casa de Cultura o en el Palacio Valdés. Uno de los objetivos es que en los barrios también ocurran cosas. En todos los barrios tenemos un tejido asociativo muy bueno. Seguro que podemos hacer cosas en colaboración, y que los centros sociales se dinamicen. Tenemos otro reto: atraer nuevos públicos. Me interesa mucho el público infantil familiar y el público joven. Ahí la apuesta importante es la Factoría Cultural. Queremos que los creadores culturales de las distintas disciplinas puedan tener su espacio en Avilés. Estoy encantada porque creo que hay gente joven con muchas ideas que aportar.
