La calle Jacinto Benavente de Raíces Nuevo se llenó otra vez de barro ayer de madrugada. La tierra arroyó por la ladera en la que hace apenas un año se realizaron obras de estabilización del talud para evitar los argayos. El desprendimiento se produjo poco antes de las cuatro de la madrugada del sábado y, pese a las toneladas de tierra que cayeron a la calle, sólo resultó afectado un coche aparcado en la misma, según señaló el concejal de Obras de Castrillón, José Luis Garrido.

Operarios de la empresa Canteras La Atalaya, del grupo Mota, propietaria de los terrenos, comenzaron inmediatamente la retirada de la tierra y sobre el mediodía de ayer concluyeron las labores de limpieza. En la calle Francisco Pizarro, prolongación de la de Jacinto Benavente, se produjo en la madrugada del 13 al 14 de febrero de 2013 un argayo de grandes dimensiones que se repitió el 1 de mayo del mismo año. Hace un año la empresa Mota realizó la obras de estabilización de la ladera con el desmonte de la parte superior del talud.