La medicina avilesina llora la muerte de Manuel Muñoz Redondo, el primer jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital San Agustín, donde ejerció durante décadas. El facultativo falleció ayer a los 73 años tras haberse convertido en un referente nacional de su especialidad, a la que dedicó toda su dilatada vida profesional. "Hombre dialogante y próximo", muchos de sus numerosos amigos estaban vinculados a la gastronomía, ya que fue miembro de varias cofradías, como la del Oriciu de Gijón y la de la Buena Mesa de la Mar de Salinas.

Muñoz se puso al frente del equipo de Otorrino del San Agustín hace cuarenta años, cuando echó a andar el centro sanitario avilesino, donde se ganó a pulso el cariño de compañeros y pacientes. Desde el primer momento, este orensano con devoción por Asturias demostró una gran entrega a su trabajo, por lo que no tardó en ganarse un prestigio profesional. Con los años, decidió abrir su propia consulta en un piso del centro de Avilés, "siempre repleta" gracias a sus contrastados conocimientos.

"Era un hombre muy conocido y respetado en la ciudad. Se dejaba ver en muchos actos públicos y colaboraba en todo lo que podía", destacaba ayer el gastrónomo Carlos Guardado, poco después de conocer la triste pérdida. Muñoz deja esposa, Margarita García; tres hijas, Beatriz, Margarita y Adriana; y muchos amigos repartidos por diferentes puntos de Asturias. El funeral por su eterno descanso tendrá lugar hoy, a las 17.00 horas, en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Cantorbery. Posteriormente, sus restos mortales serán incinerados en el tanatorio de Avilés.