Lo que proyecta la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) en los muelles de San Juan de Nieva del Puerto de Avilés es un almacén de producto acabado y para materia prima tan grande como siete campos de fútbol. Esta gran superficie se sumará a otra en la que la empresa ya acumula blenda (óxido de cinc) que después emplea en la producción de lingotes de cinc, uno de los metales más pudientes en el mercado internacional en el presente.
El nuevo almacén -que tendrá una superficie de 50.293,98 metros cuadrados- colocará a Avilés en el centro de la distribución de este metal en el continente europeo. Glencore, la corporación anglosuiza propietaria de Azsa, afianzará de este modo su posición en un negocio de futuro. Posee las minas de cinc más productivas del mundo, la tercera fundidora del planeta de este mineral (la de San Juan de Nieva) y, en pocos meses, un centro de logística desde el que poder distribuir la mercancía en el extranjero.
La Autoridad Portuaria publicó ayer un anuncio en el Boletín Oficial del Estado en el que se indica que durante los próximos veinte días se pueden presentar alegaciones al proyecto de construcción que tienen en mente los responsables de departamento de cinc de la compañía que dirige Iván Glasenberg.
Hasta la fecha, los muelles de San Juan de Nieva se limitaron a servir como explanadas en las que la empresa Asturiana de Zinc ha venido acumulando su producción al aire libre. Estos lingotes de cinc únicamente tenían como protección un plástico hasta el momento en el que se iniciara la estiba. Las circunstancias actuales del Puerto de Avilés no son las mejores para la venta de cinc (los barcos que se llevan el cinc también se llevan carbón y otros áridos que se mueven en las planicies cercanas a la fábrica). Una de las razones para la construcción del nuevo almacén es ese: proteger el producto de las posibles reclamaciones de los clientes de la empresa. La otra es participar en la determinación del precio del metal en la Bolsa de Metales de Londres (LMA), la institución que determina el mínimo al que se puede comerciar con las materias primas principales del mercado internacional.
La posición de la planta de San Juan de Nieva en lo alto de la pirámide de productividad en el mundo es evidente desde 2009. Un año antes, la empresa había cerrado el ejercicio con 450.300 toneladas de cinc metal como consecuencia de los incendios de los transformadores Alstom. Esta avería "obligó a la planta a trabajar al 90 por ciento de su capacidad durante un largo período", en palabras de la propia empresa. En 2007, la compañía había reconocido en su balance de cuentas que la planta de San Juan de Nieva estaba capacitada para producir hasta 507.000 toneladas anuales (en 2011 ya se superaron de manera sobrada). La competencia principal de Glencore en Europa está muy lejos de conseguir la posición de los propietarios de Asturiana de Zinc. Glencore decidió reducir este pasado septiembre su producción de mineral para que subiera su precio. Por otra parte, la semana pasada, una juez norteamericana aceptó una demanda de varias empresas contra Glencore presuntas prácticas antimonopolio en el mercado del cinc.
