Veteranía y juventud se dieron ayer la mano en la sierra castrillonense en la 33.ª edición de la Jira a Pulide. Decenas de romeros ascendieron hasta los 433 metros de altitud a pie, en caballo o en coche para disfrutar de la fiesta campestre, una de las más concurridas de las que se celebran a las puertas del verano. Entre ellos se encontraba uno de los impulsores de esta cita de altura, Juan Manuel Riesgo ("El de Celero"), y nuevas incorporaciones, como la pequeña Valeria Nevado Mantilla, que con tan solo ocho meses se estrenó vestida de asturiana y llegó a lo alto de la sierra en la carroza de "Pillarno Corporation".

"Vino todo el camino durmiendo", puntualizaba la madre de Valeria, Arancha Mantilla, mientras su amiga Ada Pinto reunía a los chicos del grupo, de aperitivo en el bar de la fiesta. "Venimos todos los años. Comemos aquí, pasamos el día con los amigos y la familia. Traemos un poco de todo: empanadas, filetes empanaos, chorizos, sidra...", explicaba.

Los actos comenzaron a las once, con la salida de las carrozas y caballos desde El Cuadro, en Pillarno. Los romeros se congregaron alrededor del mediodía en Pulide y comenzaron la ascensión hacia la sierra, donde a su llegada el cura Daniel Fernández celebró la misa de campaña. Para entonces el bar de la fiesta estaba ya de bote en bote, y Benito González, de Embutidos Vallina, comenzaba a sudar la gota gorda para dar de comer a los comensales con ganas de parrilla. Para ellos tenía reservados más de 250 kilos de costillas, 30 de criollos y 10 más de chorizo rojo asturiano. "El apurón va a ser cuando acabe la misa, que nos va a venir todo de golpe", aseveró.

Familias y grupos de amigos tomaron el área recreativa con sus manteles y viandas. Entre ellos un grupo de vecinos de Pillarno que lucía la camiseta de sus fiestas ("¡Pillarno lo mola todo!") y entre los que se encontraba uno de los impulsores de la Jira a Pulide, Juan Manuel Riesgo. "Antiguamente aquí había una fiesta, pero se perdió durante muchos años. Un grupo juvenil de Pillarno, del que formaba parte, empezó a hacer resurgir la fiesta en 1985. La empezamos a organizar con la colaboración del pueblo, pero después no podíamos abarcarlo todo y cogieron el testigo Gabino Suárez y su mujer Olga, que son el alma de esta fiesta", explicó "El de Celero".

Gabino Suárez controlaba ayer que la Jira se desarrollase según lo previsto. "Este año es de los que más gente subió, hay mucha más que otros años. Yo creo que se animaron por el buen tiempo que hizo ayer", señaló el organizador de la Jira a Pulide.

Desde que se instauró la celebración sube en carroza a la sierra la familia Cuervo, de "Ca Valiente". "Mi güelo, Manolo Valiente, fue el primero en subir la carroza de la Santina", presumía Estefanía Hernández Cuervo. Y desde hace casi una década sube en caballo Jesús González Álvarez, vecino de Piedras Blancas: "Por la tradición de hacer la jira y que no se vaya derrumbando, aunque fíjate, ya hay hasta poco vino", bromeaba junto a un grupo de jinetes, del que formaban parte el avilesino Ángel Menéndez e Iván Fernández, de La Corrada.

La celebración contó con las actuaciones del Grupo de Gaitas Urriello, el Grupo de Baile Tradicional de Corvera, Expolín de Pillarno y los mirandinos de Maura Xeva. Para bajar la comida hubo juegos populares (tiro de cuerda y carrera de sacos) y baile amenizado por la orquesta "Pasito Show". Las nubes cubrieron el cielo, pero respetaron la fiesta de los romeros, que entre amigos y en familia cumplieron con una tradición treintañera que cada edición suma más adeptos.