Dos de las principales fórmulas de que se valen los gobiernos locales para dar trabajo y capacitar laboralmente a los desempleados, los talleres de empleo y las escuelas taller, corren el peligro de no cuajar este año en Avilés debido al temor que tiene el gobierno local a que esos proyectos se conviertan en un "coladero" de empleados innecesarios en la plantilla municipal, a semejanza de lo ocurrido con los planes públicos de empleo, igualmente en suspenso.

Por lo pronto, y vencido ya el plazo que tenía el Ayuntamiento para presentar la pertinente solicitud, el gobierno local se debate en dudas jurídicas -ha realizado consultas a diversos estamentos- y en tanto no vea claro el panorama ha solicitado una moratoria para no perder el derecho a la ayuda económica que podría corresponderle a Avilés y que a tenor de años pasados podría rondar el millón de euros.

El concejal de Promoción Económica y Empleo, Manuel Campa, manifestó ayer a preguntas de este diario que confía en tener respuestas a las preguntas formuladas a diversos servicios jurídicos durante esta semana y que será entonces cuando el gobierno local tomará una decisión sobre la convocatoria o no de los talleres de empleo y una o más escuelas taller. Las dudas sobre la seguridad jurídica de esas figuras de inserción laboral que derivan del hecho de que recientemente el Ayuntamiento ha tenido que asumir como personal propio e indefinido a una persona que había desarrollado su labor en una anterior escuela taller y, además, ha habilitado dos plazas más para cuando se hagan firmes dos sentencias en el mismo sentido.

El sindicato mayoritario en el comité municipal, Avanza, opina que la situación "no es de recibo" y se hace cargo de la preocupación que carcome a las personas que participaron en el proceso de selección; otras centrales como la UGT y CC OO aún no han hecho ningún pronunciamiento sobre el retraso de la convocatoria ni sobre el peligro que corre la misma.