Marisé del Río Lastra murió ayer a los 70 años. Esta fiel defensora de los animales -lideró durante años la asociación protectora La Paz- llevaba seis años luchando por recobrar la vitalidad que le caracterizaba y que perdió cuando una persona aquejada de una enfermedad mental entró en su piso de la calle Juan Ocho de Avilés golpeándola "fuertemente y con saña" en la cabeza. Del Río permaneció hospitalizada durante semanas y los últimos años los pasó en una residencia geriátrica en Gozón. Lastra nunca más pudo alzar la voz en defensa de los animales.

Su muerte ha teñido de luto la comarca avilesina, donde alcanzó un alto grado de popularidad, y provocó gran consternación entre los colectivos que, como ella hizo en su día, defienden a capa y espada una vida digna para las mascotas. Marisé del Río murió sin ver construido en Avilés un albergue para animales domésticos en la comarca, uno de sus sueños.

El funeral por María Josefa del Río, Marisé, se celebrará el lunes a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Cantobery. Hoy, en el mismo templo, será recibido el cadáver a las cinco de la tarde. Se rezará un responso de cuerpo presente y, acto seguido, recibirá sepultura en el panteón familiar del cementerio municipal de La Carriona. Marisé del Río deja una hermana, María Leticia y dos sobrinos.

Deja también un vacío entre los defensores de los animales. Marisé del Río llevaba seis años luchando por sobrevivir. Padecía afasia e invalidez. El caso por el brutal ataque a mazazos que sufrió fue archivado en 2011. El autor confeso de los hechos, que padecía esquizofrenia paranoide, se quitó la vida en la enfermería de la cárcel de Villabona, según medios próximos al caso.