La pretensión anunciada por este diario de Daniel García Becerril, el menor de los hijos del empresario lucense afincado en Avilés José Luis García Arias, de asumir la función de liquidador del emporio que levantó su padre y que está controlado desde la sociedad Cartera de Inversiones Melca contraviene -y por tanto podría ser ilegal-, según fuentes jurídicas consultadas por este diario, lo que establecen los artículos 8 y 12 de los estatutos de la matriz de la corporación empresarial.
El artículo 8 se refiere a las incompatibilidades de los socios de Cartera de Inversiones Melca y el 12 a lo mismo, pero en referencia a la figura del administrador; ambos artículos rezan parecido: "Los socios (o el administrador, según el artículo que se lea) no podrán desarrollar, por cuenta propia o ajena, el mismo, análogo o complementario género de actividad que constituye el objeto social de la entidad, salvo autorización expresa de la junta general". Y ocurre que Daniel García Becerril es administrador único de una sociedad dedicada a la misma actividad que Cartera de Inversiones Melca; se llama Cartera de Inversiones Pipols y su objeto social coincide exactamente con el de aquella.
Cartera de Inversiones Pipols, con domicilio social desde el pasado mes de enero en la residencia particular que Daniel García Becerril tiene en la localidad de Salinas, está enmarcada en el campo de actividades del epígrafe 7022 de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE): "La gestión y dirección, general, comercial y financiera de participaciones en los negocios de otras entidades mediante la adquisición, tenencia, administración y enajenación de acciones (...) y toda clase de valores mobiliarios o derechos de cualquier clase".
Dado que Daniel García Becerril figura como administrador único de Cartera de Inversiones Pipols desde la misma fecha de su fundación, el 6 de marzo del año pasado, la incompatibilidad con el cargo de liquidador de Cartera de Inversiones Melca -un puesto asimilable al de administrador en caso de disolución- se antoja clara a ojos de expertos en Derecho Mercantil. No obstante, habrá de ser en los próximos días el Registro Mercantil -el órgano al que se ha solicitado la formalización del nombramiento- el que valore la aparente incompatibilidad en la podría incurrir el hijo de García Arias, que junto a su hermana Elena y a su madre, Isabel Becerril, han tomado la decisión de derrocar al fundador del Grupo Melca y tomar el control del mismo; a tal efecto emprendieron acciones legales que han supuesto una traumática escisión familiar: ellos por un lado y el patriarca y su hijo Miguel García Becerril por otro.
Premeditación
En medios cercanos al fundador del Grupo Melca temen que la constitución de la sociedad Cartera de Inversiones Pipols haya sido un acto premeditado para allanar al camino a un hipotético trasvase de los activos de Cartera de Inversiones Melca y en tal sentido se asegura que el fundador del grupo no se quedará de brazos cruzados si ese es el verdadero propósito de la citada sociedad análoga.
En relación a la seguridad que dieron en estas mismas páginas la esposa de José Luis García Arias y los dos hijos que la secundan sobre la continuidad empresarial de la corporación Melca, las mismas fuentes próximas al fundador ven una contradicción que se plasma en esta pregunta: "¿Cómo puede nadie garantizar la continuidad e incluso el crecimiento de un grupo de empresas a la vez que trata de llevarlas a un proceso de disolución?"
