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Nadie conoce a Villa

Una revista de tirada nacional ha publicado este mes que José Ángel Fernández Villa, el socialista que dirigió con mano férrea Asturias durante décadas, lleva cobrando más de 20 años la pensión máxima por invalidez (2.500 euros mensuales netos) a cuenta de un supuesto accidente laboral que nunca sucedió. Al parecer, las lesiones de Villa vienen de un accidente en la fiesta de Rodiezmo y no de un accidente en la mina. Esta acusación es bastante creíble teniendo en cuenta que frecuentaba más dicha fiesta que el pozo minero; pocos se acordarán de Villa trabajando puesto que pasó la mayor parte de su vida liberado de esa tarea.

Prácticamente todos los medios se han hecho eco de esa noticia. Es un autentico escándalo obra de unos sinvergüenzas pero no deja de ser poca cosa en comparación con el resto de acciones cometidas por ese personaje y los que le rodeaban. Ni esta pensión ni la supuesta herencia de su padre, propietario de un "chigre" en la localidad de Tuilla, pueden justificar los 1,4 millones de euros que lavó en la amnistía fiscal de Rajoy.

El líder socialista metía en el calcetín la fortuna que tenía en paraísos fiscales mientras los mineros no ingresaban ni un euro de sus nóminas en una dura huelga para salvar un sector que a él le parecía importar poco. ¿De donde venía ese dinero? Las fuentes pueden ser múltiples. Hay empresarios mineros que reconocen que tenían que pagar "mordidas" para que se les asignasen "cupos de carbón" y así poder mantener minas abiertas; otros empresarios afirman que pagaban sobornos para poder vender sus productos en los economatos de Hunosa; durante muchos años el líder del SOMA eligió a alcaldes, presidentes del Principado, presidentes de Cajastur, consejeros, concejales? una legión de políticos del PSOE que gestionaban miles de millones de pesetas de dinero público y que debían su carrera a Villa. "El Tigre" le llamaban.

Además, el gran negocio del carbón desde los años 90 venía de la venta de carbón importado haciéndolo pasar por nacional. El carbón de importación es mucho mas barato que el asturiano, así que los productores nacionales recibían subvención por cada tonelada extraída para compensar la falta de competitividad. La jugada era sencilla: traían carbón colombiano o polaco y lo llevaban del Musel a la mina, allí lo mezclaban con carbón nacional y lo revendían a la térmicas cobrando subvención por el total de carbón como si fuese nacional. Esta estafa tiene dos peculiaridades: unos altos beneficios que percibían los estafadores y la imposibilidad de hacerlo de forma discreta. Para mezclar el carbón asturiano con el de importación era necesario transportar del Musel a las minas toneladas y toneladas de carbón, algo imposible sin que camioneros, mineros y vecinos de las zonas afectadas se enterasen. ¿Cómo una estafa de ese calibre y conocida por tanta gente pudo pasar desapercibida para la Administración, la encargada de velar porque eso no pasase? En muchos casos la Administración estaba controlada por cargos públicos que hoy no se acuerdan de Villa pero que en su momento se lo debían todo.

Hoy, Villa ya no tiene poder, ya nadie le teme ni nadie le debe favores (o si se los deben está claro que no van a pagárselos). El que en su día fue todopoderoso en el SOMA y en el PSOE asturiano está sólo. Que bajeza moral la de todos aquellos que medraron a su vera y hoy reniegan de él. Pero cuando sucedían todas las corruptelas relatadas en el párrafo anterior la mayoría guardaba silencio; muchos, complicidad; y los pocos que alzaban la voz eran perseguidos sin piedad. Por aquel entonces todos bailaban al son del jefe; los socialistas por supuesto, pero también gente del PP.

No hay que olvidar el compadreo entre Gabino de Lorenzo y Villa, y como un hombre de Villa (Luis Gómez, "El Chino") tuvo un papel destacado en el urbanismo de la ciudad de Oviedo presidiendo la empresa pública del suelo con Gabino como alcalde. Cuando Álvarez Cascos habla del "pactu del duernu" entre el PP y el PSOE para repartirse Asturias sabe de lo que habla, no obstante él en su momento tuvo tan buena relación con Gabino como con Villa.

En el otro lado de la trinchera unos pocos se empeñaban en gritar a los cuatro vientos todo lo que estaba pasando. Gómez Fouz, el que aporta la documentación sobre el falso accidente minero ya publicó hace tiempo un libro ("Clandestinos") en el que relata algunas de las hazañas de Villa, por ejemplo cuando el joven minero actuaba como chivato de la brigada político-social del franquismo delatando a los mineros comunistas. También Antón Saavedra, primero como líder de la federación estatal de la minería de UGT y después como diputado autonómico de IU, lleva décadas denunciando con nombres y apellidos a Villa y sus secuaces, relatando con pelos y señales sus intrigas y corruptelas.

No hace tanto tiempo la revista "Atlántica XXI" publicaba que Postigo, militante del PSOE y del SOMA, tenía un majestuoso chalet justo al lado de la no menos impresionante vivienda del constructor al que se le había otorgado la obra del geriátrico de Felechosa por parte del Montepío (organismo presidido por el propio Postigo), más de 30 millones de euros.

Aquello olía mal, como olía mal el tren de vida de Postigo, las compra-ventas de propiedades inmobiliarias por parte del Montepío en el Mediterráneo, los "pufos" de los centros de vacaciones dirigidos por dos amantes rumanas de Postigo, etcétera. Ante todas esas evidencias todo el mundo guardó silencio, nadie movió ficha salvo para atacar a los periodistas. Sólo cuando se demostró que Postigo también había regularizado su fortuna en paraísos fiscales fue cuando sus compañeros de partido dejaron de llamarle compañero. Aunque no soy adivino intuyo que de la obra del Montepío tendremos más noticias y ninguna va a ser sobre la honestidad de los que la adjudicaron.

Los abogados de Villa alegan que no puede declarar porque al parecer sufre distintos trastornos que le borraron la memoria y la capacidad para actuar correctamente. Hay quien dice que es una excusa para librarse de la Justicia. Yo, sin embargo, me lo creo. Si Villa estuviese en plenas facultades mentales y se pusiese a dar nombres de toda la gente que le ayudó de una u otra manera en sus años de poder creo que muchos políticos que ayer le daban la mano y hoy la espalda estarían caminando en dirección a Villabona. Villa ya no está, pero Asturias todavía padece a muchos "villistas".

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