Ni uno solo de la treintena de pescadores de caña que el sábado por la noche y la madrugada del domingo tentaron la suerte en aguas de la playa de Salinas con motivo del concurso "Lubina de oro" logró sacar del mar un ejemplar de más de 36 centímetros, de modo que el codiciado trofeo quedó desierto por segundo año consecutivo. "¡Qué tiempos aquellos en los que salían lubinas de hasta cuatro kilos!", exclamó decepcionado un aficionado.

Eduardo Fernández, presidente del Grupo de Pesca Ensidesa Avilés, organizador de un concurso que cuenta 55 ediciones, comentó que capturas hubo muchas en una noche favorecida por la buena mar, pero todas inferiores a la talla mínima reglamentaria y, por tanto, devueltas al agua. A falta del premio "gordo", los que sí llevaron trofeos para casa fueron los seis pescadores galardonados en el trofeo "La Amistad", que recompensa la mayor cifra de capturas, aunque éstas sean de talla inferior a 36 centímetros.