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EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS | Coronel de Artillería y experto en inteligencia

"El gran problema es Al Qaeda, más que el Daesh; contra las ideas es difícil luchar"

"El Estado Islámico, al menos hasta el momento, es algo concreto; es derrotable y se va camino de ello"

Emilio Sánchez de Rojas, ayer, en La Granda. MARA VILLAMUZA

El coronel de Artillería Emilio Sánchez de Rojas, jefe del departamento de Investigación y Análisis en la Escuela de Altos Estudios de la Defensa, participó ayer en el curso sobre emigrantes y refugiados que se desarrolló durante los últimos días en La Granda. Experto en inteligencia, estrategia y relaciones internacionales, con amplia experiencia diplomática y militar, Sánchez de Rojas es profesor de varios máster sobre seguridad y defensa.

-¿Hacer sentir miedo en el mismo sofá de casa es el gran logro del nuevo terrorismo?

-Es precisamente lo que busca el nuevo terrorismo. Ese gran objetivo, en particular hacia la población europea, es que el ciudadano sienta miedo a algo desconocido. No es un miedo racional, sino el terror a lo que puede pasar, en vez de a una amenaza cierta.

-Usted habla de una quinta oleada de terrorismo, ¿qué lo caracteriza?

-Hay autores que apoyan esto. Rapaport ya se refirió en su momento a cuatro oleadas de terrorismo a nivel internacional. Ahora, estamos ante una quinta, un terrorismo posmoderno, que de alguna forma es ecléctico y que está a caballo entre el terrorismo y la delincuencia transnacional actualizada. Utiliza técnicas que son propias de la guerra (como es el caso del Daesh), técnicas de combate, y lo combina con el terrorismo. Tiene varias estrategias diferentes, es un terrorismo que sorprendió mucho a Europa, al mundo, y que al principio no fuimos capaces de saber cómo combatirlo. Hay un terrorismo propio de corazón, que es el de Siria e Irak; otro que es más de los países árabes, lo que está pasando en Libia, en Egipto, Nigeria y parcialmente en Somalia... Y también hay una serie de escenarios donde hay grupos que producen terrorismo y que además se potencian cuando se siente amenazado el núcleo central. Después está el terrorismo que se da en los países europeos, donde hay unas minorías árabes, un terrorismo líquido, que no tiene forma, que no son grupos especializados, que se nos escapa de las manos y que en principio no sabíamos cómo combatir.

-¿Y ahora ya saben cómo combatirlo?

-Solo hay una forma de hacerlo, a través de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y por medio de una buena inteligencia. Es fundamental buena información, coordinada y compartida. En los sitios donde se han producido este tipo de actos terroristas es porque no se ha valorado suficientemente la información. Nunca se puede asegurar que no va a haber un atentado terrorista, porque la seguridad absoluta no existe, pero sí podemos reducir la probabilidad de que ocurra siempre que toda esa información se haga de forma coordinada.

-¿Está España en esa línea?

-Sí, es el caso de España desde que se aprobó la estrategia nacional de seguridad, que ha permitido la coordinación de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de la información del Centro Nacional de Inteligencia. La coordinación de toda esa información es la que nos va a permitir luchar contra este fenómeno. Y la información local, la que puede aportar la policía municipal y los funcionarios de prisiones (mucha de esta radicalización se produce en las prisiones) nos va a dar un valor adicional. Si somos capaces de integrar toda esa información vamos a conseguir unos resultados bastantes mejores. Aquí, en España, vamos por buen camino.

-¿Ha habido cambios en los focos radicales en España?

-No, Cataluña es la zona donde encontramos mayor concentración de radicales en España. No es un fenómeno nuevo, pero sí creciente. También, aunque en menor número, destacan Valencia, Murcia y Madrid. No tenemos puntos calientes, salvo Cataluña.

-¿El Daesh es el principal foco terrorista al que nos enfrentamos?

-Es un problema importante, pero el gran problema sigue siendo Al Qaeda. Es una ideología y contra las ideas es muy difícil luchar. El Daesh, al menos por ahora, es algo concreto, por mucho que ocupen territorialmente espacio es derrotable. Y se va camino de ello. Se ha cerrado el paso a Turquía, y Mosul está a punto de caer. Es derrotable.

-¿Y cómo?

-El papel de (Abu Bakr) al-Baghdadi, líder actual del Estado Islámico, es fundamental. Si ese liderazgo se descabeza, como se corta la cabeza de la serpiente, puede ser muy interesante. Pero desactivar ese frente no significa que vaya a desaparecer, porque hay escenarios alternativos que se podrían ver activados. El más preocupantes es Libia, el escenario que contemplan como alternativo en caso de que cayeran Siria e Irak.

-¿La respuesta de Europa a la crisis de los refugiados ha dejado mucho que desear?

-Ha dejado que desear por falta de preparación. Europa debería haber estado preparada para esta crisis de refugiados, porque lleva tiempo recibiendo flujo de inmigrantes importante. Lo que no puede ser es que se produzca una falta de control por no tener previsto algo que era previsible.

-¿La gran cuenta pendiente de la Unión Europea es la Defensa?

-Es un reto para Europa. La seguridad implica tener tres instrumentos: defensa, diplomacia y desarrollo. Y su utilización coordinada es importante, son tres instrumentos que permiten dar seguridad a la acción geopolítica y geoeconómica. Europa es un importante actor geoeconómico, pero tiene que ser un actor geopolítico, tiene que tener la capacidad de influir para promocionar sus valores y defender sus intereses.

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