Hace unos ocho años los pescadores asturianos clamaban por más cupo para la pesca de merluza: "Hay tanta que se puede pescar en las playas", defendían. Muchos armadores criticaron entonces a las organizaciones ecologistas que incluían al popular pescado blanco en la lista de especies amenazadas. Ahora, la merluza brilla por su ausencia. La prueba está en la rula de Avilés, donde la facturación ha caído alrededor de un veinte por ciento en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo de tiempo de 2015; y eso, por la alarmante escasez de capturas de merluza.

"Hemos constatado un descenso de la facturación en los primeros meses del año, principalmente porque no llega merluza. Si bien no hay ninguna circunstancia determinante, sí hemos podido comprobar que en el conjunto de Asturias y en otras lonjas están viviendo una situación similar", sentenció ayer el presidente de la sociedad Nueva Rula de Avilés, Santiago Rodríguez Vega, tras reunirse con el consejo de administración de la entidad. Avanzó que, si bien auguran que el segundo semestre del año será boyante en cuanto a subastas y facturación, la previsión es cerrar el ejercicio con un volumen de negocio inferior al registrado en 2015.

"Los próximos meses serán mejores, pero no lo suficiente como para compensar la disminución de ventas. El año pasado cerramos el ejercicio con un volumen de ventas próximo a los 41 millones de euros y éste andaremos por los 36 millones", precisó Santiago Rodríguez Vega, que también hizo alusión a otras especies como la xarda. "Aunque se pescó menos cantidad, se facturó bastante bien, algo parecido a lo que está ocurriendo con el bonito desde que comenzó la costera a principios de verano", recalcó. En cuanto al bonito, los gallegos ya advirtieron días atrás de que esta está siendo "la peor" costera de los últimos tiempos, con una caída de capturas del 40 por ciento.

Respecto a la "merluza sur", la que se pesca de forma artesanal en el Cantábrico, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) ya sugirió el pasado mes de julio que el número de capturas para 2017 sea un 24,5 por ciento inferior al que los científicos recomendaron el año pasado. Los dictámenes del CIEM sirven a la Comisión Europea de referencia para la preparación de la propuesta de TAC y capturas anuales para la flota del Atlántico, que se presenta en otoño y que deben negociar los ministros comunitarios. A la hora de preparar sus informes, el CIEM fija como objetivo el "rendimiento máximo sostenible" previsto dentro de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) y que equivale a las capturas de una especie que permitan mantener las existencias en el mar a niveles biológicos seguros.

La merluza es la especie de mayor valor comercial para la flota asturiana y lleva años tambaleándose. En 2008, la flota merlucera asturiana, integrada por más de doscientos barcos, debió realizar paros biológicos en las capturas, que por primera vez fueron obligatorios. Esta medida indignó por aquella fecha a los pescadores, que recibieron ayudas: 45 euros al día por tripulante y día de parón. Luego hubo años de recortes, protestas, falta de cupos y también años de abundancia de merluza; se llegó a pescar tanta que el precio de venta en rula cayó en picado.

Actualmente el kilo de merluza se está vendiendo a una media de tres euros el kilo en la lonja avilesina. Si la merluza sigue brillando por su ausencia ,el precio de este codiciado pescado blanco aumentará considerablemente, más aún con Navidad a la vista. La organización ecologista Greenpeace lleva años advirtiendo de que peces de gran interés comercial en Asturias como la merluza, el bonito y el pixín están en la "lista roja"; es decir, amenazados.