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La casa Pedregal, un museo de arte de los siglos XIX y XX por iniciativa del Grupo Melca

La casa Pedregal, un museo de arte de los siglos XIX y XX por iniciativa del Grupo Melca

La casa Pedregal fue hasta hace casi dos meses la sede social del Grupo Melca, un conjunto de empresas fundadas por el industrial José Luis García Arias y que, desde el pasado mes de mayo, está sometido a la disputa entre los cinco propietarios: Elena y Daniel García Becerril y la madre de ambos, Isabel Becerril, unieron sus acciones para defenestrar al creador de un imperio que da empleo, por el momento, a 150 personas.

El palacio de la calle José Manuel Pedregal fue adquirido por la corporación industrial a mediados de los años 80. La casa era propiedad de los herederos del político liberal. En los años más salvajes de la Guerra Civil y de la posguerra fue la sede de una checa y también se convirtió en un centro de tortura de fuerzas nacionales. A mediados de los años ochenta, el estado en que se encontraba el edificio no era el mejor de los posibles. La empresa Melca -con intereses en el sector inmobiliario- fue la encargada de la restauración. En paralelo fue acogiendo una colección de arte, principalmente, de los siglos XIX y XX: cuadros, jarrones, esculturas.

El coleccionismo ha sido una de las características más señaladas de los administradores de la corporación industrial. La casa reúne parte de las obras de arte adquiridas por la empresa "y algunas mías", señaló José Luis García Arias, que permitió el acceso al palacio por primera vez a la prensa, precisamente el día en que la hija de Arias intentó acceder al complejo ordenando romper la cadena que protege la casa que fue el centro de operaciones de uno de los políticos más influyentes durante los años de reinado de Alfonso XIII.

La casa -en calle de José Manuel Pedregal- cuenta con una habitación entera llena de obras "art déco", movimiento artístico de corta duración, pero de larga influencia en Europa. También cuenta con otra habitación en la que se guardan bailarinas como salidas de un cuadro de Degas. En el vestíbulo principal lucen esculturas de mármol que representan, fundamentalmente, dioses antiguos. Las huellas napoleónicas también quedan marcadas en muebles, retratos y esculturas de pequeño formato que se ven sobre muebles clásicos.

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