"Salió el jueves por la mañana de casa a correr y hacer deporte, como hacía todos los días; no llevó el teléfono móvil ni dinero. Y no volvió ni hemos vuelto a saber nada de él desde entonces; como cualquiera podrá imaginar, después de haber pasado cuatro días (cinco con el de hoy) estamos muy preocupados y angustiados, su madre sobremanera". La persona que describe la desaparición de su primo Marcos Hernández Manzano es Francisco, "Kiko", Hernández, que junto a otros familiares ha buscado en vano durante estos largos días pistas que les ayuden a dar con el paradero de un joven de 28 años, residente en la calle Sebastián Elcano del barrio avilesino de La Luz desde hace dos meses -antes había vivido con su madre en Barcelona- y que es descrito como "amigo de sus amigos, buena persona".

Kiko Hernández asegura que la rutina diaria de su primo, que no trabaja (salvo esporádicas colaboraciones en la venta ambulante) ni cobra prestación de desempleo es "hacer deporte por la mañana por la zona del parque de Villalegre o incluso ir corriendo hasta Los Campos (Corvera) y regresar a casa sobre las dos de la tarde para comer". La madre del desaparecido, la única persona que vive en la vivienda además del desaparecido, lo echó de menos el pasado jueves y la familia, tras indagar sobre su paradero sin éxito, acabó por poner una denuncia en la Comisaría de Policía de Avilés el domingo a las 21.40 horas. Tampoco las averiguaciones policiales, centradas fundamentalmente en los listados hospitalarios, han dado frutos de momento.

La familia centró la búsqueda en el área de Avilés y Corvera, pero también la hizo extensiva al área urbana de Langreo, donde residen tíos y primos de Marcos Hernández Manzano. Incluso indagaron vía telefónica en Barcelona, la ciudad donde había vivido el desaparecido antes de venir para Avilés. Todo en vano. "Estamos muy perdidos y pedimos ayuda. Marcos no tiene enemigos, no tenía planes de irse a ninguna parte y nunca había desaparecido antes sin dejar rastro. Es un tío sano, corriente. Como cualquier otro chico de su edad, alguna vez había salido con los amigos y vuelto a casa un día después, pero dejando aviso de que se iba a ausentar", explica el portavoz de la familia.

La denuncia de desaparición tramitada en la Comisaría de Policía de Avilés describe a Marcos Hernández como un varón de 28 años nacido en Oviedo, de 1,75 centímetros de altura y unos 70 kilos de peso, complexión delgada, moreno y con pelo castaño corto; tiene sendos tatuajes en el cuello y el brazo derecho.

En la misma denuncia, el tío de Marcos Hernández que actúa como comunicante de la supuesta desaparición a la Policía deja constancia de que su sobrino fue detenido el pasado día 26 de octubre (miércoles) por agentes de la Policía Nacional de Mieres, si bien no precisó los motivos de ese arresto. El mismo pariente relató a los policías avilesinos que su sobrino quedó en libertad el día 27 (jueves), según la información que facilitaron en su momento los agentes cuando la familia preguntó por su pariente. Esto fue, según la versión del otro miembro de la familia que contactó ayer con este diario, el mismo día que el joven habría salido de casa con intención de ir a correr.