La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los pescadores se hartan de los cierres "por decreto" de las principales costeras

La flota de cerco solicita comisiones de seguimiento de las pesquerías para disponer de datos de primera mano sobre el consumo de los cupos

Los pescadores se hartan de los cierres "por decreto" de las principales costeras

El cierre "provisional" hace unas semanas de la campaña de la sardina se ha tornado finalmente en "definitivo" una vez verificado que la flota había pescado todo el cupo disponible -e incluso más- y los armadores del Cantábrico, entre ellos los asturianos, aprovechan para criticar la incertidumbre a la que les tiene condenados la Administración central, incapaz hasta la fecha de adelantarse a los acontecimientos y mantener abierto un cauce de comunicación sobre el estado de los cupos de las diversas especies que permita a los pescadores hacer planes de gestión eficaces. "Cierran el caladero y lo abren de un día para otro, como pasó con el bonito, lo vuelven a cerrar cuando les parece, decretan cierres provisionales como el de la sardina y al cabo de unas semanas los transforman en definitivos... Así no hay quien haga una mínima planificación", protesta Eduardo Cueva, uno de los armadores asturianos de cerco descontento por la política de comunicación de Pesca con respecto al grado de consumo de los cupos.

La propuesta que hacen los pescadores del Principado es reproducir el actual sistema de control que existe en la pesquería del bocarte para otras especies. Se trata de una comisión de seguimiento en la que participan representantes de cada comunidad y artes pesqueros y en la que los responsables de la Administración ofrecen datos periódicamente sobre el nivel de consumo del cupo de capturas asignado a España. "Este mismo tipo de comisiones debería hacerse para otras especies pues, además de hacernos llegar la información de primera mano, permitiría que los pescadores llegásemos a acuerdos sobre la mayor o menor presión pesquera que debemos ejercer sobre cada especie en cuestión en función de variables como el precio o el volumen de capturas. De ese modo rentabilizaríamos al máximo el recurso", defendió Cueva.

La flota del Cantábrico Noroeste superó este año en un 24% el cupo de sardina que tenía asignado, por lo que el cierre provisional de la pesquería decretado como "provisional" el 8 de octubre por el Ministerio de Agricultura se tornó "definitivo" hace unos días. España y Portugal establecieron este año un cupo de 14.000 toneladas para la especie, que en julio aumentó a 17.000, en el marco del plan de gestión que administran ambos gobiernos. No existe un reparto porcentual exacto entre los países, sino un acuerdo para no exceder el límite marcado, aunque Portugal suele llevarse una parte ligeramente superior a la de España.

Compartir el artículo

stats