La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Denuncian grietas y desplomes en un bloque de Trasona

"Nadie pone solución a estos daños graves del edificio", señala una inquilina, herida por la caída de un techo

Magdalena Fernández salió ayer del hospital con doce puntos en la cabeza y la sensación de tener que estar "hasta agradecida". Parte del techo de una de las habitaciones de su vivienda de alquiler, en el edificio número 22 de la calle San Pelayo, se le derrumbó encima de la cabeza hace dos días, y no ha sido su único percance. Hace un mes, esta vecina, que tiene un grado tres de dependencia por una discapacidad, tuvo que avisar a los servicios de emergencia porque su pie se había quedado enganchado en un agujero que se hizo en el suelo al pisar y hace menos, el marco de una ventana se le había caído encima dañándole la frente. "Me voy porque nadie pone solución a estos daños graves del edificio, ni la dueña, ni la inmobiliaria y cualquier día el susto será peor", sostiene.

La alquilada reconoce que en el contrato de arrendamiento firmó una cláusula en la que se comprometía a rehabilitar la vivienda, pero en ella también se recoge que es la dueña del inmueble la que ha de proporcionar los materiales para ello. "En las primeras semanas nos dio dos botes de pintura y unos sacos de cemento y ahí se acabó la aportación", sostiene Fernández. También considera que el contrato, realizado en una inmobiliaria de Avilés, también tiene su trampa: "Yo lo alquilé a través de una agencia inmobiliaria, pero en el contrato no aparece por ningún sitio". Y es que la agencia tampoco se hace cargo de su problema.

Opina que los daños de la vivienda son estructurales, no solo de la propia vivienda. "La Policía me dijo que, cuando me sacaron del agujero en el suelo, vieron que las vigas estaban podridas. El electricista dijo que no hemos salido electrocutados de milagro, que la instalación está para cambiar entera. Los suelos están podridos... lo que me ha pasado a mí es lo menos que puede pasar", sentenció Fernández. La vecina explica que ha pedido al Ayuntamiento un peritaje para conocer el estado real de la edificación. "Quiero saber si este edificio es habitable. Yo me voy ya, pero dejo a vecinos que se han convertido en mi familia, que me han ayudado mucho y me quedo preocupada por ellos", sentencia la vecina de Trasona.

Compartir el artículo

stats