Producción local con compradores en todo el mundo. Esta es la base sobre la que se sustentan plataformas de venta on-line con millones de usuarios y que permiten a artesanos y diseñadores de Avilés mostrar su producto en el escaparate mundial. Cerámica, camisetas, tazas, muñecos para coronar las tartas de boda... Las firmas Barruntando, Lady Selva y Quashclothes, asentadas en Avilés, y la también avilesina Pakita Clamores, que ahora trabaja desde Madrid, son un buen ejemplo de cómo las nuevas tecnologías permiten a los emprendedores llegar mucho más allá del tradicional mercadillo.
Eso sí, el éxito en las plataformas se vende caro. Es necesario, afirman los entendidos, un trabajo constante de promoción en redes sociales, cuidar la imagen, ofrecer un producto novedoso y poner claramente las condiciones de compra. La ventaja que ofrecen comunidades de vendedores como Etsy y Big Cartel es clara: millones de potenciales clientes entran a mirar los productos. Además, los gastos que generan para los artesanos son muy asumibles y se basan fundamentalmente en un porcentaje de las ventas. Los que ya se han aventurado en estos nuevos mercados son la punta de lanza de la generación de artesanos que viene.
