El PP ya piensa en el presupuesto de 2018 cuando el gobierno local del PSOE aún negocia el del próximo año con Ciudadanos y Ganemos. El portavoz popular, Carlos Rodríguez de la Torre, se reunió ayer con la concejala de Hacienda, Raquel Ruiz, y le trasladó el interés de su partido de que el año que viene se negocien en un mismo paquete las ordenanzas fiscales y las cuentas anuales. "Llevamos dos años aprobando las ordenanzas y en justa reciprocidad deberíamos negociar también los gastos. Como este año ya es extremadamente complicado que lleguemos a un acuerdo, el año que viene proponemos hablar de ambas cosas a la vez ya que no tiene sentido que aprobemos los ingresos y no los gastos", afirmó De la Torre. El portavoz ya avanzó algunas líneas, como la posibilidad de bajar impuestos, como la plusvalía o el IBI.

Pese a la dificultad del acuerdo presupuestario, Carlos de la Torre no tira todavía la toalla, como tampoco el gobierno. Así, están citados para una nueva reunión en un último intento de fraguar una alternativa. Las propuestas del PP son incrementar la partida de promoción económica y ejecutar inversiones añadidas, como el arreglo de la avenida de Lugo (N-632) y los accesos de La Carriona. La concejala de Hacienda, por su parte, espera que el PP presente "propuestas asumibles y realistas".

Ruiz valoró los "importantes puntos de acuerdo en materia de promoción económica y empleo" con Ganemos y Ciudadanos. Sus votos, sin embargo, no permitirían aprobar las cuentas si el resto vota en contra. "Muestran una actitud y una predisposición al acuerdo que consideramos muy positiva", comentó Ruiz. La edil, por contra, recriminó a los grupos que acudieron a la negociación "con la voluntad predeterminada de votar en contra de la propuesta del gobierno por cuestiones de interés propio", como IU y Somos. "Somos vive de espaldas a los proyectos de la ciudad y se centran en temas de procedimiento y gestión interna del Ayuntamiento. Tratan, día sí y día también, de buscar motivos para judicializar la gestión administrativa y ponen trabas a los proyectos singulares beneficiosos para la ciudad y a todo lo que consideran que puede contribuir a la buena gestión del gobierno municipal. Para Somos, cuanto peor, mejor", concluyó.

Somos, en ese sentido, puso ayer en duda la Fundación para el Aprendizaje del Español, que en el presupuesto cuenta con una partida de 80.000 euros: "Puede convertirse en un chiringuito donde colocar a personas afines o a antiguos cargos socialistas", espetó Primitivo Abella, concejal de la formación morada.