Un emocionado y prolongado aplauso mientras el féretro abandonaba el templo de Santa María Madre de la Iglesia de Piedras Blancas fue el último homenaje que recibió ayer Juan Manuel Suárez Menéndez de los fieles castrillonenses y de otros llegados de diferentes puntos de Asturias, que abarrotaron la iglesia durante el funeral que presidió el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. El párroco de Laspra-Piedras Blancas falleció el pasado domingo tras una dura y corta enfermedad.

"Era una persona buena, de gran corazón y un hombre sensato. De su entrega sacerdotal ha quedado constancia en todas las parroquias por las que pasó", señaló el Arzobispo. "Él sabía de su enfermedad desde el principio y nos informaba de ella a nosotros, cuando lo visitábamos o lo llamábamos por teléfono. Nos informaba con gran entereza humana y mucha fe. Era muy fácil quererle", añadió. Los feligreses que se acercaron a saludar a Jesús Sanz al término del funeral coincidían en sus peticiones: "Queremos otro párroco igual".

La misa estuvo concelebrada por más de 60 sacerdotes de todos los rincones de Asturias. Entre ellos se encontraban Rodrigo Suárez García, de 94 años, que durante 26 fue párroco de Santo Tomás de Cantorbery de Avilés y es tío del difunto; Juan José Tuñón Escalada, abad de Covadonga, a donde llegó después de ejercer durante 20 años de párroco en varias zonas rurales de Castrillón; José Antonio González Montoto, actual párroco de Santo Tomás; Vicente Pañeda, arcipreste de Avilés, cargo en el que sucedió a Juan Manuel Suárez; y el gran amigo del párroco desaparecido, Adolfo Mariño, arcipreste de Gijón. Este último relató durante su intervención en el funeral la unión que tenía con Juan Manuel Suárez, que comenzó en el Seminario de Oviedo y se mantuvo con los años. Una vez al año viajaban juntos a alguna zona de España. "Era una bellísima persona y lo demuestra como está la iglesia repleta de gente de todas las edades. Se llevaba bien con todo el mundo y siempre participaba y colaboraba con la asociación vecinal", señaló tras el funeral Laura González, presidenta de la asociación de vecinos de San Martín de Laspra, parroquia que, junto con Piedras Blancas, atendía Juan Manuel Suárez.

Juan Manuel Suárez nació en la localidad de Priero (Salas) en 1954 y fue ordenado sacerdote en 1979. Realizó su labor pastoral en diversas parroquias asturianas, en Grandas de Salime, San Martín del Rey Aurelio, Campo de Caso, Orlé, Sobrecastiello-Bezanes y Tarna. De 1991 a 1998, fue párroco de San Agustín, en Avilés, y de 1998 a 2001 de San Pablo de La Argañosa, en Oviedo desde donde llegó a Laspra y Piedras Blancas. Ahora, descansa en su pueblo natal.