Seis interesados de distintos puntos de la región pasaron ayer de doce a una de la tarde por el depósito municipal de Avilés para "escanear" el Porsche 911 matriculado el 30 de junio de 1986 que el Ayuntamiento ha sacado a subasta tras siete años parado. Después de "radiografiar" el interior y el exterior del superdeportivo rojo, los subasteros coincidían: "El precio de partida (16.200 euros, correspondientes a su valor de tasación) para este vehículo es demasiado elevado, en este Porsche hay que gastar unos 15.000 euros más para dejarlo bien". A juicio de los compradores, el coche "no se cuidó bien" , a lo que hay que sumar el desgaste que supone para cualquier vehículo estar parado desde 2009.

Jorge Álvarez y Silvia Grigot fueron dos de los primeros en acariciar el Porsche ahora rojo y que años atrás fue pintado de rosa palo. "El coche está bien, pero el precio es un poco alto. Después de siete años parado, los discos, los líquidos y el embrague, entre muchas cosas más, están para cambiar", dijo Álvarez, que se presentó como un "porschista". "Me gustan los rallyes y me gustaría tener este Porsche para divertirme y asistir a concentraciones", añadió este hombre con intención de participar en la subasta. El Porsche es ya un histórico.

Constantino Suárez, más conocido por Tino Manjoya, una de las voces más autorizadas del sector del motor en Asturias y uno de los pilotos de rallys más laureados en los años setenta, también se desplazó a Avilés para estudiar los pros y los contras del Porsche. "¡Este cacharro está muy rodado!", exclamó. "La batería está hecha polvo, la bomba de la gasolina agarrotada, la chapa repintada, el asiento (baquet) del conductor no está homologado, la tapicería está mal, las gomas tienen fallos...", destacó a grandes rasgos. Manjoya, que ya tiene otros vehículos con el escudo del caballo encabritado alemán, apuntó: "Ahora mismo sé perfectamente qué necesita este vehículo, que son entre 10 y 15.000 euros para dejarlo bien".

Para el piloto y también mecánico adquirir un Porsche "es comprar una leyenda". José Manuel Busto, en su día dedicado a los coches de competición y actualmente a los clásicos, también mostró interés por el vehículo. "Este coche tiene un sonido especial que a mí personalmente me devuelve a mi época joven", confesó. Coincidió con otros subasteros en que el precio de salida es "elevado". Y, entre otros aspectos, afeó el techo practicable del vehículo: "Le resta, a mí no me gusta". Valoró al contrario el alerón conocido coloquialmente en el sector como "culo de pato".

José Ramón González, de Luanco, también se acercó a ver el superdeportivo en el depósito municipal. Aunque en este caso por hacer un favor a un pariente que vive en Burgos y está interesando en el coche. "Ahora le envío unas fotos y que decida", explicó. Y pasmado por las cifras que se manejaban en el parking de La Exposición estaba el joven avilesino Tomás Zapico, de 20 años. "Me gustaría participar en la subasta, pero entre lo que piden y lo que dicen aquí que costaría arreglarlo... ¡me compro un piso!", exclamó con humor.

Un agente de la Policía Local custodió el coche durante las visitas que realizaron los posibles subasteros en horario de mañana y tarde. Los interesados podrán inspeccionar el coche hasta el próximo miércoles día 25.