La crisis fue la clave del éxito que registra la firma asturiana Debuenatinta, una de las pioneras en la distribución de consumibles informáticos, que ayer fue ejemplo para los alumnos de arte en las Jornadas de diseño "Motiva". Según explicó Marta Nogueira, del departamento de comunicación del grupo, fue la llegada de la crisis y la competencia nacional lo que hicieron que la firma iniciara una expansión que suma ya 170 puntos de venta en todo el país y una diversificación de productos y empresas. La de Debuenatinta fue la última conferencia de esta edición de "Motiva" en Avilés, ya que las actividades se trasladan hoy a la Escuela de Arte de Oviedo.
"Para empezar un negocio y ser un emprendedor las cosas normalmente no son fáciles", advirtió Nogueira. Y así es necesario tener una componente de riesgo, de optimismo y de visión de futuro para apostar por un proyecto que, de mano, no se sabe si va a funcionar. "El fundador de Debuenatinta, Héctor Fernández, tenía muy claro qué quería y cómo hacerlo", afirmó la ponente. La experiencia también es importante. "El fundador ya tenía una experiencia profesional en el terreno tecnológico de dirección comercial y de diseño. Conocimientos y tesón".
Para empezar un proyecto así, apuntó Nogueira, no hay que confiarse en que bastan los conocimientos y la experiencia, sin importar la carencia de medios. "Las empresas que nacían de forma humilde se podían consolidar, hoy no es tan así. Hay que buscar modelos de negocio, diferenciarse de los demás y creer mucho en lo que se hace". El esfuerzo es fundamental. De 2002 hasta hoy el grupo ha ampliado considerablemente sus líneas de negocio. En 2003 nació su primera tienda asociada para vender consumibles informáticos y a partir de ahí fue creciendo el volumen de negocio. Un hito importante fue la incorporación, en 2005, de una línea de negocio dedicada al servicio técnico informático, que contó con el apoyo de la multinacional Bq. "Gracias a su apoyo Debuenatinta ha crecido en todos los sentidos. El grupo se convierte en formador y distribuidor oficial de Bq". Fue después, con la crisis, cuando comenzaron a trabajar en impresión 3D y comunicación visual. La última incorporación, hasta ahora, es el Café Debuenatinta, un espacio de creación e impresión con sede en Oviedo.
