Las adicciones no tienen edad aunque suelen asociarse a los jóvenes, sobre todo, cuando se habla de drogodependencias. Sin embargo, afectan a todos, incluso a las personas mayores. "Existe una problemática con el exceso de medicalización de los mayores. Por eso, es importante dejar claro que no hay que tomar medicamentos para todas las dolencias y problemas que tienen", explica Heli Álvarez, terapeuta y trabajadora de Proyecto Hombre, que ayer por la tarde ofreció una charla en el centro de mayores de Luanco.

Heli Álvarez defendió que las personas de avanzada edad suelen recurrir a las pastillas cuando están tristes, tienen pequeñas depresiones por soledad e "incluso hay casos que se medican hasta para prevenir problemas futuros y lo llegan hasta mezclar con alcohol". Por eso, la terapeuta de Proyecto Hombre incidió en la necesidad de que los mayores busquen alternativas para ocupar su tiempo libre con el fin de dejar de lado los medicamentos y desarrollar prácticas saludables.

"Hay estudios que señalan que el simple hecho de compartir actividades y espacios entre grupos de iguales ayuda a acabar con la tristeza y, evidentemente, con la soledad, entre otros", destacó la terapeuta, que recomienda a los mayores "enganchados" a las pastillas que "salgan de casa, que se animen a caminar y realicen ejercicio físico para sentirse mejor".

El hecho de participar en las actividades que organiza el centro de mayores de Luanco ayuda a este colectivo a mejorar su autoestima. "Hay personas que pierden a un ser querido y se refugian en la medicación, cuando mejor sería hablar de sus problemas con otros en espacios como el centro de mayores", destacó la terapeuta, que no dudó en recomendar cualquier tipo de actividad física o mental, como pueden ser las conferencias que organiza habitualmente el centro de mayores o las rutas de senderismo por Asturias, que promueve un grupo de usuarios.