Yolanda Alonso afronta su segundo mandato al frente del área de Promoción Social y Educación. Además, suma Cultura.
- ¿De dónde saca tiempo para todo?
-A veces es complicado. Pero tengo un buen equipo de personas a mi alrededor que facilitan mucho la labor. Todos hacemos de todo, incluida la concejala, sobre todo por la ilusión que tenemos de hacer de Avilés un referente cultural y consolidarlo como referente de las políticas sociales.
- Empecemos por Servicios Sociales. ¿Hay novedades en las ayudas que ofrecen desde el Ayuntamiento?
-Abrimos un programa de protección de rentas, para dar cobertura a las personas en dos sentidos: el primero, para cubrir las necesidades básicas de los que apenas tienen ingresos; y el segundo, para cubrir una nueva necesidad, que es la de apoyar a los que tienen ingresos bajos, bien por trabajos precarios bien porque tiene pensiones mínimas. Eso último tiene mucho reflejo en el apoyo al mantenimiento de la vivienda, con nuevas coberturas a través de la Fundación San Martín, como las ayudas de garantía energética, las ayudas a propietarios, duplicado y triplicado otras convocatorias. Sin vivienda es imposible seguir construyendo un itinerario de inclusión social.
- Dicen que se ha superado lo peor de la crisis, ¿el Ayuntamiento está notando que hay menos personas pasándolo mal?
-Hemos notados dos cosas. Por un lado, que toda la agilidad del Salario Social ha hecho que menos personas acudan a nuestras ayudas de emergencia, pero por otro, hemos ido descubriendo personas que están en una situación no de riesgo pero sí de vulnerabilidad y que estaban alejadas de los servicios sociales. Ha sido muy significativo en las ayudas de garantía energética: el 56 por ciento se han ido para pensionistas. Nuestro objetivo es llegar a nuevas necesidades que hasta ahora no llegaban los servicios sociales, como el colectivo de pensionistas y personas mayores con ingresos bajos.
- Una de las características del área de Promoción Social, es que suele aprobarse todo por unanimidad...
-Si Avilés destaca en sus políticas sociales no solo es porque estamos pendientes de las necesidades y somos innovadores en las respuestas sino también porque intentamos que sean políticas a largo recorrido en las que es necesario el consenso. Si damos bandazos, si cada gobierno que llega cambia las políticas, nunca se consolidarían. Si hay discrepancias políticas en esto, las políticas sociales sufren.
- También quieren sacar adelante un plan estratégico del área...
-Son las líneas de trabajo a las que nos vamos a dedicar en los próximos años y en él se señalan también los puntos débiles para buscar soluciones. Porque en estos dos años no sólo hemos avanzado en lo cuantitativo sino también en los cualitativo, con programas que generan cohesión social. Por ejemplo, haciendo intervenciones comunitarias en los barrios, como en La Luz y en La Magdalena y en el último año, en La Carriona y también en Llaranes. Tenemos una gran suerte de contar con centros socioculturales donde se pueden articular actividades y generar identidad de barrio.
- En Avilés se desarrolla un trabajo importante con las personas sin hogar. Hay un proyecto para ampliar el albergue, ¿no?
-Trabajamos mucho con ellos desde el respeto. Primero tenemos un modelo "en escalera", para acercarnos a las personas que viven en la calle y preguntarle sus necesidades. Y luego está el albergue de corta estancia. La idea es ampliarlo acometiendo obras en el local que hay en el bajo del edificio. Habrá una recepción y un espacio de acogida así como un lugar para hacer actividades con las personas que quieran. Las obras empezarán cuanto antes. Y la novedad del mandato es el proyecto "housing first". Es un modelo diferente y que está funcionando bien. Tenemos cuatro viviendas y esas personas tiene una educadora que les acompaña. Está permitiendo que puedan ir recuperando relaciones rotas y tener una vida normalizada.
- Usted también es responsable del área de Educación, ¿qué pasa con la Escuela de Arte?
-Está en proceso. Hicimos una visita a las obras a principios de año y entonces el arquitecto ya nos dijo que iban a buen ritmo y que estarían listas para el curso siguiente. Nos habló de que había que hacer un pequeño modificado para dotar de ventilación los talleres, por un tema de seguridad. Ahora ya ha salido a licitación la adquisición del mobiliario y del equipamiento. En lo que tenemos que estar pensando es en la segunda fase de la Escuela de Arte. Así se lo trasladó la Alcaldesa al Presidente del Principado durante una reunión y él le dijo que se iba a hacer.
- En materia educativa, la ciudad ha dado pasos para conciliar la vida familiar y laboral, ¿las familias lo valoran?
-Sí, porque cada vez hay más participación en las actividades que organizamos. También en los comedores, que son un recurso esencial y en los que se han aumentado las bonificaciones. Están además, las actividades extraescolares y los talleres infantiles de Avilés, en los que hay que destacar, además, que son inclusivos. Participan de forma normalizada alumnos del colegio especial de San Cristóbal. Eso es importante y una señal de Avilés como ciudad educadora.
- ¿Le preocupa lo que está pasando con las educadoras de las escuelas infantiles?
-Me preocupa el 0 a 3 años. No sólo en cuanto a las trabajadoras sino el propio modelo, que está agotado. Después de la ley de racionalización local, las escuelas infantiles no son una competencia municipal sino educativa, y los ayuntamientos estamos poniendo dinero en una competencia que no es nuestra. Todas esas disfunciones están repercutiendo en el sistema, además de lo perverso que ha sido establecer tantos modelos de 0 a 3 como ayuntamientos estamos en la red. Ha generado diferencias salariales, laborales... Creo que esto tiene que ordenarse y dar seguridad. Cuando hablamos de 0 a 3 sólo hablamos de las trabajadores, pero es importante para las familias. Hay que avanzar en un modelo de calidad, con un horario adecuado para conciliar y, además, desarrollar un proyecto educativo.
- Ahora llega un momento complicado para las escuelinas...
-Me preocupa julio porque las trabajadoras están con la incertidumbre de no saber si van a seguir trabajando. Puedo decir que a pesar de que hubiera una huelga, sigue habiendo una confianza de las familias en el proyecto porque hemos mantenido la matrícula. Nos tienen que mandar en estos días la autorización de unidades y de educadoras. Nosotros hemos hecho un análisis y soy optimista en que podamos mantener la plantilla.
- Cultura. Este año van a celebrar el 25.º aniversario de la reapertura del Palacio Valdés, ¿Habrá sorpresas?
-Sí. Se prevé abrir la programación especial del aniversario el 22 de septiembre con un estreno nacional, de los cuatro que va a haber en el último trimestre. Además, pasarán figuras de la escena teatral nacional y local que han formado parte de estos 25 años del Palacio Valdés. Tendremos también una ópera. Y esto es una primicia.
- Terminamos con el Conservatorio "Julián Orbón". ¿Qué hay que hacer para resolver la crisis abierta?
-Hay situaciones que no se solucionan en los juzgados. Las diferencias entre las personas en raras veces se solucionan así. Hay que dejar claro porqué estamos aquí. Me incorporé como concejala en 2015 y había en marcha un proceso para nombrar el cargo de director. Ese proceso se impugna y acaba con una sentencia que anula el proceso y hay que ejecutarla. Eso fue el 24 de julio de 2016. Se nos abre un escenario complejo porque habría que hacer un nuevo proceso para nombrar al director, pero en julio era imposible abrir un nuevo concurso que estuviera listo en septiembre, cuando empezaran las clases. Por eso optamos por una solución que tenemos las administraciones públicas, que es la comisión de servicios y para dotar esa plaza hay que ser funcionario de carrera, como también lo era el anterior director, no hay que olvidarlo. El destino quiso que conociera en Madrid, en un concierto, a Carlos Galán. Le conté la situación y me dijo que vendría de forma provisional para ayudar, por el cariño que le tiene al Conservatorio. A partir de ahí todo acaba en los tribunales.
- Y ahora, con un nuevo proceso en marcha, un sindicato también lo impugna.
-El proceso de selección del director del Conservatorio está hecho de acuerdo a la ley orgánica de educación, copiando el modelo que hace la Consejería de Educación para los procesos de selección de los cargos directivos y la comisión está presidida por un inspector educativo. Así que seguridades, todas. Sí que quiero decir que valoro mucho el esfuerzo, la valentía, el coraje y la tranquilidad de Carlos este curso. Sé que no ha sido fácil pero me ha demostrado dos cosas. Que es una excelente persona y que es un excelente profesor que solo ha hecho propuestas para mejorar el proyecto del Conservatorio. Creo que tiene una visión de lo que es un conservatorio moderno. No se merece lo que ha pasado.
- ¿Y qué pasaría si ahora un juez decide suspender el concurso?
-Que sería muy grave para el Conservatorio, porque no puede funcionar sin director.
