El cantante asturiano Nacho García y su banda -"Las partículas elementales"- se estrenaron, antes de anoche, en la segunda jornada de "La mar de ruido", como teloneros de "The Blow Monkeys". Y no parece mal estreno. Los ingleses son leyenda. Comenzaron con "Wait", que significa "espera". Y la espera fue dulce: trece canciones más para dar rienda suelta a la memoria, que la buena música, como las magdalenas de Proust, tienen esa virtud inquebrantable: traer al presente lo que se había alejado en el tiempo. O lo que el viento se llevó, que parece que es lo mismo.

La noche del sábado fue la de las sorpresas. No sólo por escuchar a unos tipos que nunca habían estado en Avilés -este año, además, el concierto del Muelle fue el único suyo en España-, si no porque Mikel Erentxun -que tomó el relevo de los británicos- cantó con Marilia "El mejor de mis días", un tema del ex "Duncan Dhu" que dice algo así como que no quiere pensar "lo que ocurrirá mañana". Si sigue sorprendiendo de la manera que lo hizo antes de anoche lo que hará será atrapar al personal hasta el final.

Lo atraparon los del Dr. Robert. "Somos 'Blow Monkeys'", dijo el cantante cuando se dirigió (en un español singular) a los que le escuchaban y querían mover la cintura mecidos por la nueva ola, que es como se llamó en España a la original "new wave" de los tiempos anteriores del Brexit, los del duro thatcherismo. Dr. Robert y sus compañeros de escenario se partieron por un público."Esta es la primera vez que estamos en Avilés", recalcó el cantante, que estuvo vigilado (y grabado) por su esposa, en primera línea del concierto. Arrancaron aplausos de empatía cuando el cantante recordó a las víctimas de Barcelona y Cambrils: "Estamos juntos". Y es natural. En el Reino Unido los actos terroristas últimos han sido crudelísimos: Westminster, el puente de Londres, el Manchester Arena...

Pero el personal había acudido al Muelle a escuchar clásicos de hace décadas, títulos del estilo a "Digging Your Scene" o "It Doesn't Have to Be This Way", No defraudaron: cerraron con este superéxito. No hubo un "otra otra otra", pero al terminar el concierto, el público se recogió en las barras de los bares que llenaron la plaza: bocadillos, cervezas y hasta nachos. Todo para hacer boca para la última noche, la de ayer, que fue la que "La mar de ruido" dedicó a los ritmos de los "Jóvenes Clásicos del Son", "Norma" y "Maraya Zydeco".