El Club Popular de Cultura Llaranes abrió ayer el curso con una conferencia sobre el parque y los jardines del barrio. Intervinieron María del Amor Díaz Alonso, licenciada en Bellas Artes, y el técnico especialista en jardinería José Manuel Díaz, que respondió a las preguntas de este diario.
- ¿Tienen algo de especial los parques de Llaranes?
-Hombre, sí. Sobre todo, el que hizo Ensidesa en los años 50. Para ser aquellos años ya era muy original, lo hicieron muy bien, pensando en muchos detalles, no sólo una zona verde sin más.
- Cuente esos detalles.
-Son especialmente en el parque infantil, que está separado del parque en sí, donde están las especies vegetales. Era muy innovador para la época, todavía casi lo es ahora: los bolardos en la acera metidos en el seto de cierre en forma de muñeco, la entrada monumental que imita a los juegos de arquitectura, y más detalles. La caseta que era del guarda que vigilaba todo aquello se hizo en forma de seta muy original.
- ¿Y el parque principal?
-Se hizo en una colina, coronada por la iglesia de Santa Bárbara. Los árboles caen principalmente por dos laderas, una que baja a la Plaza Mayor y otra a la calle Avilés. Distribuyeron unas líneas de plátanos que no se solía hacer, eso era más propio de selvicultura. Es una zona ajardinada más simple, una extensión de terreno con césped y especies arbóreas de gran desarrollo y poco más. El interés especial que tiene el parque es la zona del parque infantil y otro jardín próximo que ahora casi no se ve, pero también estaba muy bien, está todo construido con ladrillo, que es muy original. Tenía escalinatas en medio y dos terrazas con columnas que eran antiguas pérgolas, en su tiempo tuvo que estar guapísimo, tiene alrededor unas jardineras alargadas de ladrillo que cierran ese tramo de parque, que eran para planta de temporada.
- Lo que está claro es que diseñaron Llaranes reservando espacio para la vegetación.
-Como curiosidad, plantaron dos bosquetes de cedros frente a la Plaza Mayor, uno a mano derecha y otra a mano izquierda. Claro, ahora crecieron tantísimo... En cuanto cogen el tamaño máximo se ven de otra manera, ya no lucen tanto como hace años. Esos árboles, en concreto los cedros, va a llegar un momento en que dejen de crecer. El problema es que ahora ves una arboleda, no un parque. El parque se ve los primeros 15-20 años. Ahora ves una pantalla vegetal, tienes que entrar y recorrerlo entero, cambia mucho el aspecto de este tipo de parques con especies vegetales tan grandes.
- También en Avilés está el parque de Ferrera, que tiene especies grandes, pero no es tan frondoso como el de Llaranes.
-Está así porque se fueron talando los árboles, antes estaba bastante tupido también. Ahora tiene un aspecto más ralo.
- ¿Y no convendría replantar?
-Si merece la pena que vuelva a haber otro árbol, desde luego. Habría que valorar cada caso. Depende de lo que se quiera hacer.
- ¿Cuáles son las claves de un buen diseño de parque?
-Ahora se hacen parques por necesidad ambiental, el concepto de jardinería cambió mucho. La tipología francesa, de setos bajos y parterres de flores, desapareció hace mucho tiempo. Ahora se tiende a simplificar, para abaratar costes tanto de árboles como de mantenimiento. Ahora los parques que se hacen en las ciudades son zonas amplias de césped, una zona amplia de juegos infantiles, cuatro arbustos y poco más. Lo que manda es la economía, hacer jardines como el de Llaranes lleva unos mantenimientos grandes. Si son de mediana superficie... Hoy en día esas cosas no se hacen, y a nivel privado menos todavía.
- Protagoniza la apertura del curso del Club Popular.
-La intención es dar a conocer el parque. Y si alguien no lo conoce que sepan que está ahí, porque es muy interesante. No es un parque de circunstancias para compensar la zona de edificios. Está hecho con otra mentalidad. Hoy en día eso terminó, no se hacen cosas de ese tipo. Ahora más que para verlos se hacen para utilizarlos. Están llenos de gente a todas horas, necesitamos sitios de este tipo. La mentalidad de zonas verdes municipales va en ese sentido. Es como una fuente. Puedes poner un grifo o una fuente barroca y las dos tienen la misma función, pero la fuente barroca ya no se hace. Se busca la funcionalidad, la utilidad, no la estética ni la belleza.
