Marcos González Álvarez es rapero. Comenzó en 2012 a jugar con la rima y la métrica y tiene claro que su futura carrera musical pasa por relatar sus vivencias encima del escenario. Su nombre artístico es "GRDK" y sus amigos le conocen por "Gondi". "Hago rap porque me gusta, simplemente, expreso mis problemas y me ayuda a evadirme", señala con rotundidad el avilesino, que tiene previsto grabar una maqueta que quiere hacer coincidir con su diecinueve cumpleaños, el próximo 6 de marzo. Ese primer trabajo se titulará "Rap en juego" y estará formado por seis temas que, presumiblemente, vendrán aparejados de otros tantos videoclips. El fallecimiento de su madre le llevó también a concebir el rap como una terapia para salir adelante.
"GRDK" se desvive por las voces de "Zatu", de "SFDK" y de "Kase O", de "Violadores del Verso". Su sueño es tratar a la rima como la cuidan estos experimentados Mc's que encabezan el panorama estatal del hip hop. Pero para llegar a su nivel es consciente de que aún le queda mucho trabajo y muchas tardes con el bolígrafo y el papel en la mano, pensando en rimas, metáforas y métricas. Por lo pronto, Marcos González dedica no pocas horas a su pasión y utiliza en ocasiones la métrica para estudiar. Ha vuelto a 2º de ESO después de abandonar los estudios y emplea la rima como regla nemotécnica para sus exámenes y controles.
Hasta la fecha ha editado ya un videoclip titulado "Al revés del mundo" en el que reflexiona sobre la sociedad. Lo tiene colgado en su canal de Youtube, de nombre "GRDK oficial". También ha grabado "Enciendo la yerba" en locales municipales y "Asturias en el mapa" en los estudios KMB, en el barrio de La Luz. Por el momento, rapea sobre bases extraídas de internet, pero tampoco duda en grabar canciones a capella. Eso sí, esas últimas se las guarda para él, las utiliza como ejercicio y también para expresar sus canciones más íntimas e intimistas.
El rapero se estrenó sobre el escenario en 2014 en una batalla de gallos en Versalles, es decir, se dejaba llevar por la improvisación. "Lo hice para ponerme a prueba", remarca. Ahora prefiere escribir y madurar más sus composiciones, las cuida y las estudia como si mañana tuviera que salir a actuar. Ahora está centrado en hilar los seis temas de su maqueta porque las improvisaciones prefiere hacerlas "de risas con los colegas". "Hay quien piensa que el mundo del rap es andar por el mal camino, yo no creo que sea así, es una cultura, es la cultura del hip hop", expone Marcos González, tranquilo y tímido, aunque a su vez tiene ganas de comerse los escenarios con sus canciones que hablan de odio y amor, de compañerismo y de juventud.
