El gobierno socialista de Avilés llega a final de año con abundantes deberes sin hacer en materia inversora. Pese a tener el presupuesto aprobado desde los primeros compases de 2017, el Ayuntamiento apenas ha ejecutado las inversiones previstas en las cuentas de este año. La razón, según el gobierno local, es la demora en la formalización con un banco del crédito de 3,98 millones de euros necesario para sufragar los trabajos incluidos en el capítulo de mejoras urbanas y equipamientos municipales. Tampoco han comenzado los trabajos incluidos dentro del remanente del presupuesto de 2016 (por valor de 2,7 millones de euros), ni los que están previstos para este año con cargo a los fondos europeos DUSI (2,1 millones de euros). En total, casi 9 millones de euros de los que solo se ha empezado a ejecutar en torno a un 20 por ciento.
Con cargo al préstamo presupuestario, disponible desde octubre, se sufraga parte de la obra de urbanización de Santa Apolonia (1,75 millones de euros), que comenzó a mediados de este año. El resto de proyectos, apenas acaban de arrancar. De los planes de inversión solo concluyó la instalación de reductores de velocidad en San Cristóbal y acaban de comenzar las obras de adecuación del bajo del centro de atención a personas sin hogar de la calle La Estación (50.000 euros). Están a punto de empezar también los trabajos de mejora de accesibilidad en el colegio público Villalegre.
Según explicó la concejala de Hacienda, Raquel Ruiz, están adjudicadas las mejoras en el equipamiento técnico del Palacio de Valdecarzana (70.000 euros) y en los vestuarios del polideportivo de Los Canapés, así como el estudio de climatización del Edificio Fuero (100.000 euros), y está en fase de petición de ofertas la adquisición de un nuevo vehículo para el servicio de parques y jardines (72.000 euros). Finalmente, están en trámite las actuaciones referidas a instalaciones semafóricas (avisadores acústicos, advertencia de cruce en Tabiella, regulación de cruce peatonal en Villalegre y cámara de control (unos 80.000 euros).
El presupuesto municipal de 2017 incluye otros proyectos de mayor cuantía, como la urbanización de algunos patios interiores de Versalles (245.000 euros), la primera fase de la urbanización integral de la calle del Carmen, el Alto Vidriero y el camino de La Luz (400.000 euros de los 1,4 millones que cuesta el total del proyecto), la renovación de alumbrado público, juegos infantiles, mejoras en parques o la reparación de la pista de rodadura del velódromo de San Cristóbal.
Al crédito presupuestario hay que sumar el dinero del remanente del presupuesto de 2016, 2,7 millones de euros destinados a obras sostenibles, como la mejora de cubiertas de edificios públicos, el asfaltado de calles, la renovación de aceras o el cambio de luminarias por leds. Raquel Ruiz explicó que desde el mes de octubre ha dado prioridad a la redacción de proyectos y licitaciones a financiar con cargo a ese remanente "puesto que el importe total tiene que estar comprometido antes del 31 de diciembre". "Hay que tener en cuenta que este año los Presupuestos Generales del Estado se aprobaron el 29 de junio y en el Congreso se estuvo debatiendo sobre las limitaciones de techo de gasto y destino de superávit hasta entonces. Hasta octubre no tuvimos la cifra de inversiones sostenibles y, aunque la Ley se cambió para que las obras se pudieran seguir ejecutando en 2018, todos los proyectos tienen que estar aprobados antes de finalizar 2017 y, por lo tanto, había que darles prioridad", comentó la concejala de Hacienda. El Ayuntamiento ya ha comenzado la contratación de proyectos que suman unos 400.000 euros.
Y están previstos este año otros 2,13 millones de euros con cargo a los fondos europeos DUSI, por un total de 12,5 millones de euros a gastar hasta 2020. Respeto a esos proyectos, el gobierno local asegura que no ha podido avanzar en su licitación porque no tenía las indicaciones del Ministerio de Hacienda. Éstas no llegaron hasta hace apenas unas semanas. Ahí está incluido, por ejemplo, el plan de movilidad.
