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La reforma de la depuradora avilesina de Maqua costará el doble que su construcción por "el mal alcantarillado"

Las obras, de 39,8 millones, prevén medidas contra la alta salinidad del agua y el constante hedor - La planta se adaptará a la normativa europea y cambiará su cúpula de acero, dañada por el gas, por otra de hormigón

Entrada principal a la depuradora de Maqua, con la cúpula en primer término. MARA VILLAMUZA

La irrenunciable reforma de la depuradora de Maqua supondrá un desembolso de 39.826.063,88 euros, el doble de lo que costó construirla hace una década y media, debido en buena medida al "mal estado de la red de alcantarillado de Avilés", que provoca altos niveles de salinidad en el agua que llega a la planta, según recoge el anteproyecto de las obras que ha elaborado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, al que ha tenido acceso este diario. El documento detalla también numerosas actuaciones para que el equipamiento se adapte a la normativa europea en relación a los vertidos que realiza al mar Cantábrico, que incumple desde que entró en funcionamiento, en el año 2004. Además, están previstas mejoras para combatir los malos olores que genera la instalación, causantes de constantes denuncias por parte de los vecinos de localidades cercanas, y el diseño de una nueva cúpula de bloques y vigas de hormigón armado que sustituirá a la actual, de acero, debido al "grave deterioro" que han provocado "las elevadas concentraciones" de gas sulfhídrico.

El informe señala que el plan que han elegido los técnicos estatales para acabar con las importantes carencias de la depuradora de Maqua y para adaptar su funcionamiento a la normativa europea "intenta ser la envolvente de la problemática que presenta en la actualidad el saneamiento de Avilés y su comarca". Un sofisticado proyecto que implicará una monstruosa inversión destinada a mejorar la pieza clave del saneamiento "humano" de la zona, es decir, el lugar al que van a parar todas las aguas residuales de varios concejos que no son de uso industrial.

El primer bloque de mejoras que recoge el documento está orientado a la "mejora del tratamiento" para adaptarlo a la normativa comunitaria que rige los vertidos al mar. Una reglamentación que data del año 2000 y que Maqua nunca llegó a cumplir, tal y como adelantó este periódico hace meses. Este apartado prevé 30 actuaciones, entre las que destacan, el desbroce y excavación de la zona anexa a la planta, un nuevo desbaste de gruesos, un nuevo tanque de desarenado y desengrasado, la modificación de la arqueta de discriminación de caudales en bypass, un nuevo edificio de desarenado y desengrasado, una arqueta de bombeo a tratamiento secundario, una de las líneas del reactor biológico, dos nuevos decantadores secundarios, la modificación de la arqueta de salida, otra arqueta de recirculación y fangos, otra de medición de caudal, la remodelación de la arqueta de bombeo de fangos, un nuevo edificio de flotación de fangos, la reforma del edificio de deshidratación, la del edificio de control, una nueva báscula, las conducciones asociadas a los elementos anteriores y la urbanización de la zona de ampliación. El coste por estos trabajos ascenderá a 18.140.149,84 euros, es decir, el 45,55 del total.

La segunda gran intervención en Maqua, que ha ocasionado un gran encarecimiento de los trabajos con respecto a la previsión inicial, buscará combatir los efectos de la "alta salinidad del agua residual debida al mal estado de las redes de alcantarillado de Avilés y su entorno". Son 17 intervenciones, como la reforma de los tanques de homogeneización, una nueva arqueta de bombeo a pretratamiento, dos nuevos decantadores secundarios, un nuevo centro de transformación de fangos, digestión y cogeneración y el cambio de la gestión de los residuos. El coste para subsanar el "grave problema" derivado de los conductos de la ciudad alcanzará los 15.308.437,41 euros; el 38,44 por ciento del presupuesto global. Los técnicos del Ministerio advierten de que "la infiltración de agua salina a través del alcantarillado hace que las características del agua residual que llega a la depuradora tengan una salinidad muy elevada, no equiparable a otras zonas de características físicas similares". "Se trata de un agua de alta salinidad media con fuertes puntas que, en la práctica, la convierten en un agua de mar propiamente dicha", alertan.

En tercer lugar, los trabajos que se llevarán a cabo para combatir la "presencia excesiva de gas sulfhídrico" supondrán 1.755.631,22 euros, el 4,41 por ciento del total. El documento elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente destaca que este problema también es "bastante excepcional, al menos, en España". "La existencia de dicho gas ha producido a lo largo de los años un deterioro grave en la cúpula que protege las instalaciones", explican los técnicos. "Además, ha causado gran deterioro de las guías de elevación de las bombas, así como en sus zócalos de apoyo, lo que hace difícil su mantenimiento", añaden. "Por todo ello, es necesario reformar el sistema de bombeo de cabecera; en primer lugar, pasando a un bombeo en cámara seca para lo que se remodelará el actual pozo, utilizando los espacios disponibles. Se incluyen además tres tipos diferentes de bombas, de tal forma que se pueda graduar en mayor medida el caudal a tratar. Y, finalmente, se sustituye la cúpula actual, muy deteriorada, por una estructura normal de bloques y vigas de hormigón armado", prosiguen los especialistas.

El informe del Ministerio, que llega tras conversaciones con el Principado y el Ayuntamiento de Avilés, se propone combatir "el gran problema de la generación de olores, interrelacionado con los anteriores". Para ello, se cubrirán los puntos en donde se produzca una mayor emisión y se "actualizarán" los tratamientos. La partida destinada a esta materia alcanza los 1.434.067,11 euros, el 3,60 por ciento de la inmensa reforma. Por último, habrá 3.187.718,30 euros destinados a la digestión de fangos.

La depuradora (EDAR) de Maqua echó a andar hace más de 13 años tras unas obras que implicaron 19,1 millones. Su entrada en funcionamiento fue un gran hito en el desarrollo del plan de saneamiento de Avilés, diseñado en la década de los noventa y que suma constantes polémicas políticas por los incumplimientos y los retrasos que acumula. La otra infraestructura estrella para el tratamiento de las aguas residuales en la comarca es el colector industrial de la ría, acabado hace seis años, sin funcionar y a la espera de unas mejoras recientemente anunciadas.

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