Una feligresa que solicitó permanecer en el anonimato ha acudido al rescate de la iglesia de Villalegre, aquejada de un grave problema de humedades que lleva años arruinando la decoración mural que lucen las paredes interiores del templo, obra de Gonzalo Pérez Espolita, uno de los pintores avilesinos de mayor relieve en la primera mitad del siglo XX.

La benefactora ha decidido sufragar el coste de las obras de reparación de los paramentos de la iglesia afectados por la humedad, así como la renovación de la techumbre del ábside y la pintura de las fachadas. Una vez que se realicen esos trabajos, cuyo inicio es inminente, la parroquia podrá culminar el antiguo proyecto por valor de cien mil euros que tenía por objeto preservar los frescos de Espolita y devolver su esplendor a las vidrieras, que también llevan la firma del artista avilesino. De ese plan de restauración sólo se llegó a ejecutar la primera fase, por importe de unos 14.000 euros; después la falta de recursos económicos freno la pretendida restauración.

La comunidad parroquial de Villalegre, con el párroco Francisco Alejandro del Rey a la cabeza, ha retomado con ilusión y optimismo el plan de rescate de los frescos de Espolita y se deshacen en agradecimiento a la figura de la inesperada mecenas que va a ayudar a hacer realidad el viejo sueño de evitar que desaparezca uno de los elementos decorativos que hace singular el coqueto templo del Sagrado Corazón de Jesús.

"Confiamos en llegar a tiempo de salvar, al menos, una buena parte de la obra de Espolita. Preservar todo el conjunto me temo que va a ser imposible porque el agua ha hecho muchísimo daño a las pinturas", comenta el cura de Villalegre. La humedad, siendo ya un problema de envergadura, se ve agravada por la paulatina descomposición de la carga de las paredes sobre las que lucen los frescos. A falta de opiniones expertas, el convencimiento generalizado es que el tipo de arena usado en la construcción del templo en 1940 no era el idóneo y ahora en contacto con la humedad la mezcla se descompone.