El sábado 5 de mayo se inauguró en Entrago de Teverga el «Memorial a las víctimas de la guerra civil». Fue un acto entrañable. Más de un centenar de personas se dieron cita frente al palacio de Agüera en una tarde soleada y con los sentimientos a flor de piel. Tras el discurso literario del escritor tevergano José María Ruilópez (bisnieto de una de las víctimas mortales), el momento más emotivo fue, sin duda alguna, cuando dos familias de bandos diferentes retiraron la bandera de Asturias que cubría el monolito con la inscripción: «A la memoria de los hijos e hijas de Teverga y de cuantos hombres y mujeres perdieron la vida durante la guerra civil. En recuerdo de las víctimas de los bombardeos aéreos del 4 de noviembre de 1936. Paz, reconciliación y convivencia. Primavera de 2007. Suscripción popular». Luego una ofrenda floral y la suelta de dos palomas por niños del concejo.

Al presidente del Principado, don Vicente Álvarez Areces, se le habían solicitado unas palabras para el acto como broche final del programa. Por dificultades en el correo o motivado a otras circunstancias, la carta del Presidente llegó con el retraso de dos días después de concluido el acto. Una misiva que por su contenido de paz, reconciliación y convivencia entre los asturianos -motivo principal de nuestro proyecto- reproducimos literalmente:

«Estimados amigos y amigas: Me hubiera gustado acompañaros en Entrago, donde un grupo de hombres y mujeres, "Amigos de Teverga", recordáis una pérdida humana que no sólo quebró la convivencia, sino que empobreció la vida de unas generaciones que tuvieron que crecer con ausencias, silencios, miedos y con sus libertades cercenadas.

»Los "Amigos de Teverga" dais un paso firme para reforzar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales.

»Al aprobar la Constitución de 1978, los españoles avanzamos en la consolidación de una convivencia que pasaba página para no resucitar odios o alentar deseos de revancha. Tras estas tres décadas de convivencia en libertades, de aquel lejano enfrentamiento civil sólo queda en la sociedad española el aliento de la Historia. Aunque aún había una deuda pendiente: el reconocimiento general a todas las víctimas de la guerra civil y a aquellas que durante la dictadura padecieron persecución o violencia por defender sus ideas democráticas y de libertad. Deuda que las Cortes Generales abordaron el año pasado con la declaración de 2006 como Año de la Memoria Histórica, y que actualmente se completa con el debate del proyecto de ley para el resarcimiento de las víctimas de la represión del franquismo.

»Es muy oportuno que también los ciudadanos promovamos homenajes como este "Memorial a las víctimas de la guerra civil" para abordar, de forma madura y abierta, la relación con nuestra memoria histórica, teniendo en cuenta que recuperarla es la manera más firme de asentar nuestro futuro de convivencia.

»Todos los países tienen en su historia momentos difíciles. Nosotros hemos tenido una guerra civil que fue dramática, pero, cuando una democracia es sólida y segura, los ciudadanos miramos al pasado con una perspectiva de generosidad, de encuentro y de reconocimiento, como hacéis los promotores del "Memorial a las víctimas de la guerra civil". Y miramos, sobre todo, al futuro; a un futuro que se dibuja con la silueta de la paloma que preside el monolito del artista gijonés Juan Rionda, y que nos habla de una cultura de paz y democracia, de diálogo para encontrar acuerdos de tolerancia y respeto como forma de convivencia.

»Por todo ello, me hubiera gustado acompañaros en este acto de recuerdo y homenaje a quienes sufrieron las consecuencias de la guerra civil en Teverga, a aquellos tres vecinos que perdieron la vida y a cuantos resultaron heridos en los bombardeos del 4 de noviembre de 1936, a los que desde Entrego fueron conducidos a El Táranu, y a todos cuantos después lucharon contra la dictadura en defensa de las libertades y derechos fundamentales de los que hoy disfrutamos.

»Los hombres y mujeres que este sábado participáis de la suelta de dos palomas reafirmáis un acto de reconciliación y convivencia sobre sólidos pilares de democracia; incorporáis a la historia un pasado que, aunque doloroso, forma parte de la memoria colectiva de todos los asturianos y asturianas y de nuestros más firmes fundamentos para vivir en paz y libertad. Por lo que contáis con todo nuestro apoyo. Vicente A. Álvarez Areces, presidente».

Gracias, señor Presidente -en mi nombre y en el de «Tebrigam diligentes (Amigos de Teverga)»-, por su carta de profundo calado democrático y de renovadas esperanzas.

Celso Peyroux

Teverga